Juan Carlos Carrillo Cal y Mayor
Quizá sea esta la saga de acción más exitosa de la historia, desde luego lo es del siglo XXI hasta ahora. Porque si bien se podría argumentar que las películas del agente 007 son más importantes y casi un género en sí mismas, las de Misión: Imposible tienen además un único protagonista cuya cara y arriesgadas piruetas se han vuelto sinónimo de la serie: Tom Cruise. Y así, con casi 30 años entre la primera película y ésta, parece que llegamos al final de las aventuras del agente Ethan Hunt, que por otro lado han evolucionado en su estilo cinematográfico, más allá de las claves de la historia tomadas de la serie televisiva original: un equipo de élite, dispuestos a operar sin reconocimiento de su gobierno, que tienen una misión «si deciden aceptarla» y, por supuesto, la icónica melodía de la banda sonora.
En la primera película (1996) predominó el estilo del director Brian de Palma, con sus planos poco convencionales en una trama de traición que ocurre en una oscura Praga. La segunda entrega (2000) vino cargada de acción a cargo del cineasta chino John Woo. La tercera (2006), dirigida por J.J. Abrams, incrementa la acción pero también las consecuencias personales para el personaje principal. Brad Bird dirigió la cuarta entrega (2011) con todos los elementos, más acción y viajes por el mundo, y una carga cómica expandiendo el personaje de Benji interpretado por el comediante Simon Pegg. Ahora bien, las últimas cuatro entregas, incluida esta última, han sido dirigidas por Christopher McQuarrie, con quien Tom Cruise se entiende bien, y que ha conseguido dominar lo que busca el género de estas películas: mucho entretenimiento sano, con una trama mínimamente plausible, contenido inofensivo para un público amplio, y ser vehículo de lucimiento de Tom Cruise.
Esta entrega es continuación directa de la trama de la película anterior (que de hecho se anunció como su Parte 1). La humanidad está amenazada por la Entidad, una inteligencia artificial que ha ido tomando el control de los distintos armamentos nucleares de las potencias mundiales con el objetivo de destruir a la raza humana. Sólo pueden detenerla, por supuesto, Ethan Hunt y su equipo, al margen del tenso cuarto de guerra en el que la Presidente de los Estados Unidos (Angela Bassett) protagoniza fuertes dilemas morales. Por cierto que la naturaleza de un enemigo como la inteligencia artificial da pie a algunas reflexiones filosóficas y referencias casi teológicas que la cinta no evade, además de recordar la importancia del sacrificio por el bien común, «por aquellos que no conocemos». Por supuesto, no faltan las escenas de peligro extremo —filmadas por el propio Cruise como es sabido—, en este caso a muchos metros bajo el agua en un submarino y a muchos metros sobre la tierra en un aeroplano, demostrando que está en plena forma, hasta el punto de que algunas de estas escenas las hace en calzoncillos.
Con sabor de cierre, se retoma el legado de las anteriores siete películas de la saga, tanto con un montaje inicial como con personajes y elementos de la trama hábilmente recuperados, incluido el agente William Donloe (Rolf Saxon), aquel célebremente burlado en la escena más icónica de la primera Misión: Imposible, y que aquí tiene un papel hasta relevante. Se suman los personajes conocidos como el ya entrañable Luther (Ving Rhames) o el simpático Benji (Simon Pegg) y unos papeles breves de actores de moda en la pantalla chica como Hannah Waddingham (Ted Lasso) o Tramell Tillman (Severance). En fin, aplauso de pie para Tom Cruise, la estrella de cine por antonomasia, que se ha empeñado en mantener el cine en pantalla grande (incluso en IMAX, como se filmó esta cinta) brindando un espectáculo en toda regla.
(2025) EE.UU.
DIRECCIÓN Christopher McQuarrie
GUION Erik Jendresen & Christopher McQuarrie basados en la serie de TV de Bruce Geller
MÚSICA Max Aruj & Alfie Godfrey
FOTOGRAFÍA Fraser Taggart
REPARTO Tom Cruise, Hayley Atwell, Esai Morales, Henry Czerny, Pom Klementieff, Ving Rhames, Simon Pegg, Shea Whigham, Greg Tarzan Davis, Angela Bassett, Nick Offerman, Rolf Saxon, Lucy Tulugarjuk, Hannah Waddingham, Tramell Tillman