El siglo XXI ha derrumbado tópicos retrógrados. Abraza discursos que son un canto al feminismo. Hoy lo políticamente correcto es abanderar relatos culturales que encienden debates a favor de la igualdad. Lo contrario es tener mentalidad de neandertal o antediluviano. El movimiento feminista ha llegado a las instituciones. En Sesión Solemne, en el marco del Día Internacional de la Mujer, la Cámara de Diputados entrega la medalla “Sor Juana Inés de la Cruz”, en reconocimiento a la defensa de la igualdad y derechos de las mujeres.
A los 19 años fundó su primera empresa y a los 25 creó la segunda, ambas dentro de la industria del entretenimiento, pero el éxito fue rotundo cuando escribió su primero libro, WTF con el SAT, primer lugar en ventas, prácticamente agotado en tres semanas de salir a la luz, y por el que la Secretaría de Hacienda reconoció sus aportes en la labor de orientar a los contribuyentes. Lo escribió Paulina Caso, quien además de saltar a la fama, se convirtió en experta en el campo más árido de la vida de una persona: el pago de impuestos.
Desde 1824, cuando se redactó la primera Constitución que dio a México el estatus de Estado nación, este documento magno ha experimentado cientos de cambios que la muestran como un caleidoscopio de múltiples rostros, que al modificarse también nos transforman social y políticamente.
Tengo el honor, como uno de los últimos, de los más indignos compañeros que fui de Ricardo Flores Magón, tengo el honor de dar a esta Cámara la noticia de su muerte, ocurrida ayer en Los Ángeles, California. (1)