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¿Qué es el Big Data y cómo aprovecharlo en el gobierno mexicano?


César BENAVIDES OLIVARES
Investigador CEDIP


Una de las innovaciones recientes es el uso de Big Data, también llamados macrodatos; su importancia para las funciones gubernamentales ha sido advertida por diversas investigaciones, nótese, por ejemplo: Löfgren y Webster quienes afirman que “el surgimiento de los macrodatos ha agregado un nuevo aspecto a la conceptualización del uso de tecnologías digitales en la prestación de servicios públicos y para realizar la gobernanza digital”.

Bajo esa óptica, la Cámara de Diputados se ha pronunciado permanentemente para que las innovaciones tecnológicas produzcan beneficios para la sociedad. Sin embargo, aunque existen iniciativas que buscan regular el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, así como trabajos de parlamento abierto al respecto, al día de hoy no hay propuestas concretas respecto de la regulación de los macrodatos.

La tarea continúa pendiente, por ello es necesario que se identifiquen las posibilidades de utilización de macrodatos en México para después analizar las adecuaciones normativas necesarias que permitan eliminar o reducir los riesgos del manejo de esos datos.

I. Los macrodatos y los analíticos

El conjunto masivo de datos de una sociedad o de un grupo social de ella capturados digitalmente conforma sus macrodatos. Esta denominación surge principalmente por el tamaño y complejidad de los conjuntos de datos. De ahí que su almacenamiento, procesamiento, análisis, etc., para liberar su valor requiera de nuevas tecnologías.

El reto del aprovechamiento de los macrodatos consiste en obtener valor de un conjunto de datos que es cada vez mayor, más variado y cuyo crecimiento se acelera. El valor agregado por los macrodatos suele tomar la forma inmediata de los productos conocidos como analíticos de datos. Éstos son el resultado del procesamiento de los datos y resumen la información contenida en los macrodatos de una forma que puedan brindar conocimiento sobre las personas usuarias y permiten la toma de decisiones.

En breve, los analíticos son la síntesis de los macrodatos y se presentan como un conjunto pequeño de números que resumen la información contenida en ellos, respecto de lo que se desea saber de la población. Son el resultado del procesamiento de los datos y, por lo tanto, se pueden usar para la toma de decisiones.

II. Aprovechamiento gubernamental

El principal valor agregado de los macrodatos es un mayor y más preciso conocimiento de las personas usuarias. En el caso de la administración pública, son comúnmente quienes hacen uso de los servicios públicos. De esta manera, los analíticos obtenidos a partir de macrodatos pueden servir a los gobiernos para conocer mejor a la ciudadanía, anticipar sus solicitudes y organizar los recursos públicos de una manera más eficiente.

De entre los usos de los macrodatos en las organizaciones gubernamentales observados por la literatura, se encuentra la identificación de amenazas de seguridad pública; el seguimiento de recursos públicos para evitar el fraude y el despilfarro; la vigilancia y administración de servicios sanitarios o de educación, así como la gestión inteligente de servicios en grandes urbes, entre otras.

Ciertamente, todos los servicios públicos son susceptibles de generar y utilizar datos, por lo tanto, cada uno de ellos requiere una evaluación específica sobre la posibilidad de uso de macrodatos.

Por otra parte, no debe perderse de vista que el uso de los macrodatos implica distinguir aquellos datos que deben publicitarse de los que deben resguardarse. Esta distinción es crítica puesto que algunos usos pudieran incluir el manejo de datos susceptibles de protección, mientras que el resto pudieran ser obligadamente públicos.

En ese sentido, es fundamental que en la utilización de esta tecnología se pongan en el centro de las políticas públicas los derechos de acceso a la información y la protección de datos de las personas.

III. Reflexiones finales

El creciente flujo de datos proveniente de una mayor interacción de la ciudadanía a través de la virtualidad, así como la aparición de nuevas tecnologías para su generación, ha dado lugar a la creación de conjuntos de datos de gran tamaño y variedad, que son producidos a tal velocidad que su interpretación individual es prácticamente imposible sin herramientas computacionales avanzadas. Sin embargo, los macrodatos son más bien insumos de una cadena de valor para transformarlos en resultados analíticos que responden a preguntas concretas y pueden ser usados en la toma de decisiones de la administración pública.

El aprovechamiento de los macrodatos en la administración pública se configura en la promoción del bienestar público por medio de un mejor conocimiento de la realidad social para volver más efectivos los servicios que brinda a la ciudadanía. Estas herramientas permiten a los servicios conocer mejor a sus clientes, sus comportamientos, creencias y conocimientos, para aumentar la efectividad de los servicios que ofrecen, incluso personalizarlos.

Sin embargo, el aprovechamiento de los macrodatos se incrusta en la dicotomía de los datos en posesión del Estado que, por un lado, busca la transparencia y el acceso a la información pública y, por el otro, la protección de los datos personales. Consecuentemente, es fundamental que se privilegien los derechos humanos de las personas por encima de los beneficios que conllevaría el uso de macrodatos.


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