La democracia paritaria en México vive hoy un momento cúspide: por primera vez en doscientos años de República hay una mujer presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, para el periodo 2024-2030, mientras las Cámaras de Senadores y Diputados, que representan al Poder Legislativo, desde el año 2018 se adjudican el denominativo de la paridad, la LXV legislatura (2021-2024) De la Paridad, la Inclusión y la Diversidad, y que actualmente cuenta con 252 mujeres y 248 hombres. Lejos parece la XLII Legislatura (1952-1955) con una diputada, por su parte la Cámara de Senadores actualmente está integrada por 65 senadoras y 63 senadores cuando en aquella legislatura de 1964-1967 inició con sólo dos senadoras.
Del avance en las cámaras sobre espacios conquistados por mujeres no queda duda, el camino hacia la paridad tardó 25 legislaturas para llegar. En la Cámara de Diputados los efectos de la reforma de 2002 se notaron con la presencia de un 20 por ciento de diputadas, para la elección de 2012, el porcentaje de mujeres electas superó el 35 por ciento, la historia la sabemos y se encuentra documentada, fue a través de batallas jurídicas, electorales y sociales, por lo que hoy podemos afirmar que el trayecto no ha sido fácil, pero es necesario hacer una pausa para recordarnos que hay aún pendientes.
Lo más importante de nuestro tiempo es la materialización de los derechos sociales y políticos, hacer patentes las necesidades de las mujeres a las que se representa a través de los espacios políticos, y esta vez el reto se encuentra en visibilizarlas a través de presupuestos públicos con perspectiva de género mediante la asignación y etiquetación de recursos.
Habrá que tener claro que colocar esta visión contribuye a facilitar la transversalidad, a combatir las desigualdades de género existentes, erradicar la discriminación y las violencias, pero va más allá de una buena intención o voluntad política, es necesaria realizarla porque existen para ello mandatos legales que lo hacen exigible, por ejemplo, a través de la Ley de Planeación y en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH).
Para México, uno de los principales avances en cuanto a presupuestación con perspectiva de género resulta ser el actual Anexo 13 Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, el cual data desde el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2008, donde apareció como Anexo 9A Presupuesto para Mujeres y la Igualdad de Género.
A través de los años se han realizado modificaciones en el nombre y evolucionado en objetivos, a partir del PEF 2015 su número es el Anexo 13, y en su interior se precisan las acciones a realizar tendientes a promover la igualdad de género y erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres. Un aspecto a resaltar es el impedimento por ley de realizar reducciones a los programas presupuestarios e inversiones dirigidas a la atención de la igualdad de mujeres y hombres.
También hay que señalar que, derivado de las modificaciones en el tiempo, este anexo no es una fuente exclusiva de recursos para las mujeres, niñas y adolescentes y que, a su vez, existen otros ramos en los que se encuentran programas o acciones que impactan en su beneficio.
Para 2024, el PEF proyectó 419 mil 434 millones de pesos para -en teoría- cerrar las brechas de género, esto significó un 14.89 por ciento más que el año pasado y el monto más alto (en términos reales) desde que existe. Aunque el monto total etiquetado a la igualdad de género (en el Anexo 13) es mayor que en años anteriores, la preocupación radica en que su asignación no prioriza los programas orientados a cerrar las brechas de género como la prevención y atención de violencia contra las mujeres (0.09 %) y la salud materna, sexual y reproductiva (0.53 %), que tendrán una baja proporción de recursos del monto total.
El presupuesto del Anexo 13 Erogaciones para la Igualdad entre Mujeres y Hombres se concentra en pocos programas, 9 programas concentran el 89.48 por ciento, mientras que 84 programas aglutinan el 10.52 por ciento de los recursos. El programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores tiene la mayoría de los recursos del Anexo, el 60.03 por ciento, y la observación se centra en que no contienen perspectiva de género.
El ciclo presupuestario en México se conforma de siete etapas y es importante entender que los denominados “lentes violetas” estos que nos permiten ver que no existe neutralidad en las acciones económicas, y que derivado a la posición y condición social, existe un impacto diferenciado para hombres y mujeres, por ello se requieren en todo momento, ya que debemos comprender que del correcto desarrollo de cada etapa dependerán en buena medida los resultados obtenidos, esto es, entender que no son actividades independientes, son actividades conexas.
Justamente ahora, previo al diseño del Plan Nacional de Desarrollo (PND), resulta un momento idóneo para hacer el cierre de los resultados de la saliente administración, visibilizar e impulsar aquellos programas que atienden a problemas puntuales de las mujeres (razón de ser del Anexo 13). De igual manera, se precisa de estadísticas oficiales que reflejen a cabalidad la posición y condición de mujeres y hombres, con lo cual sea posible la realización de mejores políticas públicas que consecuentemente se fondearán con presupuestos.
Partir de un diagnóstico objetivo que incluya las nuevas necesidades de las mujeres, adolescentes y niñas es considerar los temas de mayor preocupación y consenso por organizaciones internacionales de derechos humanos y partidos políticos, como lo es el Sistema Nacional de Cuidados, que, de acuerdo con una declaración de Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, se proyecta que tendría un costo al erario de alrededor del 1.2 y 1.4 % del PIB. Se dice también que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público continúa evaluando el impacto presupuestal; sin duda, éste es un tema toral que debe considerarse en el presupuesto 2025.
Camino a la planeación del presupuesto habrá que recordar lo dicho por el ex primer ministro francés Paul Reynaud: un presupuesto es una política, esto es, si existe en el presupuesto existe en la voluntad política, y por supuesto, estas acciones sólo serán trascendentes observando desde los lentes violeta.