En estas últimas semanas se ha especulado demasiado respecto de la salud del presidente, ya que, se reportó en redes sociales, que el presidente había sufrido un desmayo en su gira por Mérida y que había sido trasladado en helicóptero por ese motivo. Hubo algunos medios que dijeron que eso fue cierto, otros que fue incierto, y todo esto detonó en una ola de verdades a medias.
Reconozcamos que hubo falta de información cierta y oportuna en el momento debido, lo que dio pie a que todos empezaran a especular y sacar sus propias conclusiones respecto de la situación. La transparencia es indispensable para acabar con los rumores y suposiciones que se hicieron sobre la salud del mandatario.
Es un hecho que la salud del presidente es de interés nacional. Y muchos se preguntaron ¿que podría pasar si llegara a faltar el presidente?
He de comenzar diciendo, que, aunque no empatizo con el presidente ni su partido, jamás se le debería desear el mal a nadie, menos al presidente, aunque muchos lo han hecho, ya que, aunque nos guste o no, fue la persona electa por seis años a representar a nuestro país. El hecho de que el presidente llegara a faltar sería muy grave porque desencadenaría una crisis política, económica y social enorme en el país.
Ahora bien, el artículo 84 de nuestra Constitución establece lo siguiente:
Artículo 84.- En caso de falta absoluta del presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o sustituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo. (En este caso, sería Adán Augusto López).
Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los dos primeros años del periodo respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones y concurriendo, cuando menos las dos terceras partes del número total de los miembros de cada Cámara, se constituirá inmediatamente en Colegio Electoral y nombrará en escrutinio secreto y por mayoría absoluta de votos, un presidente interino, en los términos que disponga la Ley del Congreso. El mismo Congreso expedirá, dentro de los diez días siguientes a dicho nombramiento, la convocatoria para la elección del Presidente que deba concluir el periodo respectivo, debiendo mediar entre la fecha de la convocatoria y la que se señale para la realización de la jornada electoral, un plazo no menor de siete meses ni mayor de nueve. El así electo iniciará su encargo y rendirá protesta ante el Congreso siete días después de concluido el proceso electoral. Si el Congreso no estuviere en sesiones, la Comisión Permanente lo convocará inmediatamente a sesiones extraordinarias para que se constituya en Colegio Electoral, nombre un presidente interino y expida la convocatoria a elecciones presidenciales en los términos del párrafo anterior. (Este supuesto ya no es factible, ya que el próximo año habrá elecciones presidenciales).
Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los cuatro últimos años del periodo respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones, designará al presidente sustituto que deberá concluir el periodo, siguiendo, en lo conducente, el mismo procedimiento que en el caso del presidente interino. (En este periodo, en lo que se designa un sustituto, habría una crisis inmensa en el país).
Considero que, con ello, aunque es más técnica toda la explicación, vale la pena hacer un breve detenimiento para poder entender con claridad qué sucedería en tal supuesto.
Evidentemente, cuando entra un presidente al poder, sin importar del partido que sea, tú esperas que su gestión se termine después de seis años, que fue el tiempo en el que fue electo por medio de las elecciones, no antes. Pero, en realidad, no se sabe qué pueda pasar, nadie puede saber con claridad qué depara el futuro, el presidente ya es un adulto mayor, tiene 69 años, es una persona que ya no puede trabajar o hacer con la misma intensidad sus actividades o toda la labor que exige salir de gira, viajar, caminar, estar mucho tiempo de pie, pocas horas de sueño, desgaste físico y mental, estrés, cambios de clima. Es por ello que cuando ocurren estas situaciones es importante que el gobierno informe con precisión y verdad sobre la salud del presidente.
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