La literatura es un punto clave en la humanidad. No podemos comprender toda la literatura en un solo balde, ya que se divide en diferentes géneros y cada uno de ellos ha influido en gran o pequeña medida en la historia. Uno de los géneros más importantes es la ficción.
La ficción siempre ha estado en toda la historia, ha marcado un antes y un después con los humanos, desde Sumeria hasta nuestros tiempos. Uno de los primordiales libros de ficción que se escribió es la Epopeya de Gilgamesh, que se toma como mitología y ficción.
Narra los eventos de un antihéroe, como se les conoce en la actualidad, un rey perverso y mediante la ayuda de los dioses a los humanos mandan a Enkidu, el héroe de la historia. La principal idea es el “camino del héroe”.
Surgieron muchos escritos de los egipcios que se pueden tomar como ficción y posteriormente en la antigua Grecia surgen las obras más importantes: La odisea y La ilíada; ambos buscan el “camino del héroe” y las adversidades mitológicas (ficticias) como el centauro, medusa o las sirenas.
En la edad media se cambió esa visión de las historias mitológicas para aportar una perspectiva más realista de las obras ficticias. Lo podemos ver en Don Quijote y El Lazarillo de Tormes; esas obras fueron un antes y un después para la historia de la literatura, ya que no se ve una realidad mágica, sino se ve la realidad y se busca descomponerla. Estos libros buscaron acabar la forma en que se veía a los caballeros medievales destruyendo la visión que se tenía.
Surgieron varios géneros entre el Renacimiento y el Siglo XX, uno de los principales fue el realismo mágico en Latinoamérica, encabezado por escritores que pretendían combinar ese tono mágico con la realidad, no yéndose más por uno ni por otro. Cien años de soledad es un ejemplo ideal del realismo mágico.
Ya posteriormente se expandió de Latinoamérica y lo podemos enmarcar en autores y en novelas ficticias como: Narnia o Harry Potter, obras que se basan en magia y realidad.
Pero tampoco se retrocedió en el tiempo, ya que autores como Tolkien, el creador de El señor de los anillos, volvió a retomar esas inspiraciones mágicas-mitológicas que se ven claramente en la novela El Silmarillion.
No podemos decir que los géneros literarios desaparecieron porque siguen publicándose libros que se fundamentan en los géneros antiguos y en los modernos; salieron géneros de misterio, fantasía o zombies, igual de importantes que los primeros en nacer; cada género influyó a otro de manera indirecta.
La literatura es esencial en la humanidad, es la escapada que tenemos de la realidad y nos permite entrar a un mundo de creaciones maravillosas, fantásticas, de ideas maravillosas, y a la mente de algún gran autor que se esforzó para crear ese mundo, esos personajes y esa historia.