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Breve mirada a la migración centroamericana a México y Estados Unidos


Nadia Jazmín Martinez Garcia / Licenciatura en Relaciones Internacionales Universidad del Mar Campus Huatulco

Desde el año 2014, el número de migrantes centroamericanos que cruzan de manera ilegal la frontera Sur de México, ya sea para instalarse en el país o usarlo como paso hacia Estados Unidos, ha alcanzado cifras no vistas en años anteriores. Asimismo, se ha registrado un incremento en los peligros a los que se enfrentan en su trayecto, por lo que se le ha calificado como crisis humanitaria.

En este artículo se realiza una breve revisión de la historia, causas de expulsión y los peligros a los que se enfrentan las y los migrantes en su travesía por salir de su país de origen.

De acuerdo con datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número de solicitudes de asilo pasó de 2,137 en el año 2014 a 70,302 en el año 2019, lo que equivale a un incremento de más del 3,000% (2021). Los principales países expulsores son: El Salvador, Nicaragua y Honduras, también conocidos como el Triángulo Norte de Centroamérica (TNC); sin embargo, la migración proveniente de esa zona no es reciente.

Uno de los primeros momentos de la migración centroamericana se ubica en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el principal factor de expulsión eran las cuestiones económicas. Las familias se desplazaban desde Guatemala a la frontera sur de México para trabajar temporalmente en el cultivo de caña de azúcar, café y algodón (Carrasco, G, 2013, p. 174).

Esa dinámica predominó hasta entrada la década de los setentas, debido a que, a partir de entonces, la región entró en una etapa de inestabilidad política, económica y social. Así, para el TNC las dos últimas décadas del siglo XX estuvieron marcadas con la violencia ejercida por pandillas o maras y cárteles del narcotráfico; deficiencia de sus instituciones gubernamentales; intervencionismo estadounidense , y los desastres naturales (principalmente huracanes).

En la actualidad, la migración del TNC es de naturaleza mixta debido a que los factores que impulsan el fenómeno migratorio son económicos, ambientales y la migración forzosa. Al mismo tiempo, esos factores tienen relación con el rezago social y económico de la región que, además, es una de las más pobres de Latinoamérica. Así lo destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en su informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022.

En consecuencia, año con año, el número de migrantes que abandonan su país de origen para proteger su vida y buscar mejores condiciones socioeconómicas va en aumento. Asimismo, se intensifica el nivel de violencia que padecen durante su trayecto, así como en el país de tránsito y destino.

De la Rosa y Antony (2020) exponen que “los migrantes centroamericanos sufren violencia, por lo menos, dos veces, una vez en su país de origen y la otra en el país de tránsito o de su destino final” (p. 62). Algunos detonantes son la xenofobia; tráfico de personas; corrupción; organizaciones delictivas; racismo; abusos del Estado y sus instituciones. Ejemplo de esto último es el muro militar que resguarda la frontera Sur de México. Sin embargo, no todas las personas migrantes tienen el mismo grado de vulnerabilidad. Entre las más vulnerables se encuentran las mujeres, infancias, minorías sexuales y étnico raciales.

En resumen, las personas migrantes se enfrentan a una ruta peligrosa infestada de narcotraficantes y pandillas que se provechan de ellas. Las violaciones a sus derechos humanos están a la orden del día. A lo anterior se suman las caminatas que deben realizar por terrenos boscosos o el desierto; falta de suministros básicos (agua), y los accidentes a los que se exponen al viajar en condiciones inhumanas a bordo de tráileres o trenes como la bestia .

Para finalizar, es importante visibilizar que los países emisores (El Salvador, Guatemala y Honduras) ven a la migración como “válvula de escape” para no atender las demandas sociales de su población. En tanto, México y Estados Unidos han implementado políticas migratorias restrictivas que tienden a vulnerar los derechos humanos de las y los migrantes.

Debido a lo anterior, la migración del TNC ha pasado a ser una crisis humanitaria y un problema interméstico que representa grandes desafíos. Sin embargo, el esfuerzo de éstos por regular el flujo migratorio ha sido incipiente.


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