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Día Internacional de la Justicia Social


DIEGO EMILIO RODRÍGUEZ MELO / COLABORADOR EN RADIO UNAM Y GRUPO IMER

Hace un par de semanas celebramos el Día Internacional de la Justicia Social. Y podemos entender la justicia social como el derecho de todas las personas del mundo que nos garantiza las oportunidades y el apoyo necesarios para realizar nuestros fines dentro de un país.

La UNICEF instituyó este día a fin de promover los derechos humanos y la igualdad de oportunidades a todos y todas. Y estos objetivos persiguen la igualdad de oportunidades para las personas del mundo y, de manera particular, los niños, niñas y adolescentes.

Finalmente, la justicia social es un derecho consagrado en muchas constituciones, incluyendo la mexicana. Nuestro país ha luchado mucho para alcanzar la igualdad y la justicia social.

Por otro lado, este principio implica el ejercicio de otros derechos importantes, como el de la educación, a expresarnos con libertad y ser tratados con dignidad. Un trato digno significa que debemos ser respetados por nuestra identidad y de la manera que somos felices. La dignidad excluye la discriminación y la preferencia de unas personas por otras.

Cuando no hay justicia social ni se ejercitan los derechos que le son propios, obviamente, habría injusticia, tratos indignos y discriminación en agravio de mucha gente, sobre todo aquellas que necesitan la protección de sus gobiernos por carecer de lo necesario.

Recordemos que movimientos sociales precisamente se han iniciado por las injusticias y el olvido de que han sido objeto las personas. Eso significa que la justicia social se ha conquistado como derecho para todos y todas.

A pesar de los esfuerzos emprendidos, actualmente hay desigualdad en todo el mundo. Es por eso que la finalidad de este día tan importante es que autoridades y gobiernos cumplan con su deber de proteger a las personas sin distinciones de ninguna especie.

En México hay niños, niñas y adolescentes con talento y es una cuestión de justicia que tengan las oportunidades suficientes para crecer en todos los ámbitos de su vida. Nuestra niñez y adolescencia sufre pobreza, maltrato, hambre y desnutrición, por citar algunos ejemplos.

Los niños y niñas indígenas sufren más o menos los mismos problemas que los de la ciudad. Pero hay un factor que hace más grave su situación: las personas que se burlan de su lengua materna y su forma de vestir, sin darse cuenta que se burlan de nuestros antepasados y culturas originarias.

Nuestra niñez y adolescencia enfrenta varios problemas, sin olvidarnos de la delincuencia que a veces provoca la desaparición del papá o de la mamá. Por esa situación, algunos niños, niñas o adolescentes tienen que trabajar para completar el sustento de casa.

En fin, hay mucho que hacer en México para que la justicia social alcance a toda la niñez y adolescencia en los rincones de nuestro país.

No olvidemos que la justicia social es un derecho de todas las personas. Pero la mayoría de los ciudadanos mexicanos desconocen los derechos que son propios de este principio. Es necesario que se conozcan estos derechos para hacerlos valer. De esa manera, seguramente, la justicia social podrá convertirse en una realidad nacional.

Eso significa que debería iniciarse una campaña oficial para difundir los derechos esenciales que garantiza la Constitución, sobre todo aquellos que implican el bienestar de la población, como la alimentación y la educación.

Creo que por algo se puede empezar para cambiar la situación de nuestro México.

Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva del autor o de la autora.

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