La ingeniería es la disciplina que se encarga de la aplicación de conocimientos científicos y técnicos en la creación, diseño, construcción, mejora y mantenimiento de estructuras, sistemas y procesos. Los ingenieros usan principios de matemáticas y de física para la solución de los problemas que se enfrentan día con día.
Por otro lado, la política se puede definir como el conjunto de actividades y procesos que se relacionan con la toma de decisiones en el gobierno, así como la gestión de los asuntos públicos de una sociedad.
El papel de la ingeniería en la política suele ser muy relevante y estar relacionado con cuestiones de políticas públicas y la implementación de programas y proyectos. Los ingenieros pueden desempeñar un papel importante en la creación y ejecución de políticas y proyectos en áreas como energía, medio ambiente, transporte, comunicaciones y otros más.
La ingeniería puede proporcionar soluciones prácticas y técnicas a los desafíos de la política y la gestión pública. Además de que los ingenieros pueden trabajar en el desarrollo de nuevas tecnologías y procesos de utilidad para resolver problemas a nivel político. Por lo tanto, la ingeniería y la política están muy conectados y pueden colaborar en mejorar a la sociedad.
Una pregunta recurrente es si un ingeniero puede ser político. La respuesta es sí; un ingeniero puede ser político. La política es un ámbito en la que es posible que participen personas con diferentes estudios y profesiones, incluyendo la ingeniería.
De hecho, políticos y ministros de nuestro país han cursado alguna ingeniería: Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de gobierno de la Ciudad de México, es doctora en ingeniería energética; Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, exjefe de Gobierno de la Ciudad de México, ingeniero civil de formación; Emiliano Lozoya Austin, exdirector de Petróleos Mexicanos (PEMEX), ingeniero mecánico y eléctrico, quienes han utilizado sus habilidades técnicas y liderazgo para implementar proyectos de infraestructura y mejorar la calidad de vida de las personas.
Además, la formación en ingeniería puede proporcionar una base sólida para el análisis y la toma de decisiones en políticas públicas y proyectos que involucren aspectos técnicos y científicos.
Finalmente, hay que tener en cuenta que la formación en ingeniería no es el único factor que influye en la carrera política de una persona. Sabemos que en México, en cuanto a la formación académica, no se requiere una carrera específica para ser político, pero contar con educación superior y habilidades en áreas de liderazgo, comunicación, análisis y toma de decisiones puede ser beneficioso para ejercer un cargo público.
“El ingeniero ha sido y es un hacedor de historia” – James Kip Finch
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