Los baños neutros son la causa de peleas en el desayuno familiar, un frente de batalla entre varias ideologías y posiciones socio-políticas, un derecho mínimo que piden las personas de disidencia sexogenérica y grupos/colectivos LGBT+. No fue hace más de dos meses que la escritora de la saga de Harry Potter, J. K. Rowling, publicó un tweet criticando la toma de dos baños, para hacerlos neutros, que se hicieron por los colectivos feministas y disidencias.
Parece que los baños neutros deben ser algo que todas las personas conocen, saben qué son y tienen una opinión clara al respecto; pero, lamentablemente, esto está muy lejos de la verdad. La mayoría de las personas no saben qué son los baños neutros, razón por la cual se está impulsando por varios sectores para que se conozca su propósito e implementen en lugares públicos (como las universidades o centros comerciales).
En este breve texto, intentaré, de una manera clara y sintética, responder esto desde mi experiencia y conocimientos siendo parte de la comunidad LGBT+.
Lo primero que debemos responder es lo más obvio, y, por ello, lo que la mayoría de las personas dan por hecho incluso si se equivocan: ¿qué son los baños neutros? Baños género neutro, baños inclusivos, baños unisex. Hay muchas formas de referirse, en la mayoría de los casos, a la misma cosa: un baño público que puede usarse sin importar tu género. Seas cis, trans, hombre, mujer, no binarie o algún otro género.
Es bastante simple, ¿no es así? Es simplemente pasar el baño de tu casa, que es usado por todas las personas en el hogar, a un espacio público. Un baño que puede usarse por todas las personas sea cual sea la razón. Los baños género neutro son un baño universal.
Ya comprendiendo qué son los baños género neutro, podemos proceder a saber la razón por la que son necesarios y exigidos. La razón es muy simple, hay personas que no se sienten cómodas en un baño que se adhiere a la dicotomía de género (eres hombre o eres mujer, no hay de otra). Sea porque no son hombres o mujeres (como es el caso con personas género queer, agénero, no binarie, etcétera) o porque no se sienten cómodas o tienen miedo de entrar al baño de mujeres u hombres (sea cual sea la razón).
Por ejemplo, una mujer trans, temiendo la transfobia de TERFS o encuentros discriminatorios, sí entra en el baño para mujeres y, puesto que es mujer, no puede entrar al baño de hombres. En pocas palabras, el propósito es crear un espacio seguro y cómodo, lo más que se pueda, en una sociedad que no lo es.
La finalidad de esto, además de lo anteriormente dicho, es poner el primer paso donde la dicotomía del género ha dejado de existir. Una sociedad que entiende que limitar a toda la población en dos cajas es imposible. Una sociedad más libre, donde finalmente se entiende que la forma en que hacemos nuestra infraestructura, incluso en lo más mínimo, como son los baños públicos, fundamenta nuestra realidad. El primer paso para una sociedad donde la discriminación de género, la misoginia, el sexismo, la transfobia son una memoria del pasado.
Hay dos cosas que me gustarían aclarar antes de concluir con este artículo. La primera es que me he limitado y tratado solamente una versión de cómo deberían ser los baños públicos: los baños género neutro. Un baño universal, o un baño inclusivo como se usa generalmente, es un baño que pueda ser usado por cualquier persona. Claro, en esto está incluido que se pueda usar por cualquier persona sin importar su género, pero es más que eso.
Verdaderamente, un baño inclusivo no únicamente puede ser usado por una persona, sin importar su género, sino por todas las personas. Parece que me estoy repitiendo, pero con esto quiero decir que los baños inclusivos, como deben ser los baños género neutro, deben ser usados por personas de todo tipo de capacidades. No se trata de hacer baños género neutro que solamente la personas que pueden caminar puedan usar, o baños para todas las personas que no incluyen a las personas con ceguera o en silla de ruedas.
En nuestra lucha por baños género neutro, en la creación (o rehabilitación de viejos) de nuevos espacios tenemos que considerar que es el momento para hacer un baño, en todas sus maneras, inclusivo y para todes. Sivamos a hacer un cambio, hagámoslo de la perspectiva más abierta y universal posible.
Por último, es necesario responder a la mayor critica que los baños unisex causan: son inseguros para las mujeres. Este argumento que se usa para oponerse a lo expuesto en este artículo es que los baños género neutro ponen en peligro a las mujeres debido al acoso, violaciones y muchas otras formas de violencia.
Aunque el argumento parece tener peso a primera vista, una profundización demuestra que es una respuesta reaccionaria al cambio. En primer lugar, es necesario entender que este argumento es usado la mayoría de las veces en mala fe para tachar a las mujeres trans como violadoras o violentas. En otras palabras, se usa para defender una transfobia y esencialismo biológico donde se piensa que las mujeres trans, por haber “nacido” hombres, van a aprovechar de los baños neutros para acosar.
En segundo lugar, el pensar que los baños neutros ponen en peligro a las mujeres, dado que cualquier persona puede usarlo, ignora la realidad. Todos los baños son inseguros, que sean baños neutros no aumenta el peligro. No hace ninguna diferencia a un acosador si el baño dice que es neutro, para mujeres o para hombres. La única función de este argumento es quitar un espacio necesario para el reconocimiento de las personas que se encuentran fuera de la dicotomía de género y colocar en peligro a estas personas.
Los baños neutros, y en general baños inclusivos, son el primer paso para crear una sociedad segura para todas las personas, incluso aquellas a quienes se ha intentado ignorar en la creación de espacios públicos. No tengas miedo de abrazar el cambio mientras nos aferramos al pasado.
Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva del autor.