Las ciudades crecen porque aumenta su población vegetativa y porque tienen una dinámica económica que atrae nueva migración. El crecimiento horizontal y/o vertical requiere de obras públicas: zonas verdes, cesiones viales y espacios para una mayor calidad de vida de la población; redes matrices de servicios públicos; ampliación y/o construcción de vías para la población—residente y flotante—atraída por focos generadores de empleo; parques, alamedas y costaneras, o proyectos de transporte masivo. (Borrero, Ruiz 2020)
Los municipios en México son el ente político-jurídico con mayor proximidad social, ya que es el territorio donde las y los habitantes realizan sus actividades cotidianas, estudian, trabajan, se divierten.
El órgano administrativo del municipio es el Ayuntamiento, que planea todo lo relacionado a la administración municipal: presupuesto, programas sociales, servicios públicos, transporte, atención ciudadana, salud, cultura, urbanización y una finita larga de tareas y objetivos dedicados a mejorar el bienestar de sus habitantes.
Por tanto, la eficacia con la que los recursos se administran y ejercen debe de hacerse de una manera muy responsable y priorizando por vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos. En México no sucede así porque en la mayoría de los casos se priorizan zonas de alto poder adquisitivo.
¿En materia de infraestructura urbana sucede de la misma manera?
No precisamente, porque los municipios en México, en materia de presupuesto, tienen una cantidad destinada específicamente a mejoras en la infraestructura urbana, sin embargo, estas “mejoras” son desiguales en todos los sentidos, dado que no abarcan condición económica, orientación geográfica; es una cuestión de buena gobernanza.
Y con ello me refiero a la recaudación para la mejora del municipio, poniendo de ejemplo al impuesto PREDIAL en el cual, a nivel regional México ocupa uno de los últimos lugares la tasa de recaudación del PREDIAL siendo esta muy baja, cuando Chile es 4 veces mayor y en Uruguay 3 veces. Ochoa, Ó. A. B. (2020). Contribución de mejoras en América Latina.
Con ello se suma la poca transparencia con la que los municipios dan a conocer en qué y cómo se gastó el dinero en obras públicas.
México forma parte, junto con once países (Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Uruguay) los cuales tienen un instrumento de financiación municipal llamado contribución de mejoras, que está respaldado constitucionalmente, del cual solamente 17 municipios en México recaudan más de 10 mdp; Zapopan encabeza la lista.
La contribución de mejoras es un mecanismo que ayuda a la realización de obras públicas en las zonas que más lo necesiten, coadyuvando a las finanzas sanas municipales y sobre todo acelerando el avance en la calidad infraestructural.
La contribución de mejoras (CM) debe de ser recaudada única y exclusivamente con los que serán beneficiados de la obra y, sobre todo, darle a entender a la ciudadanía la importancia de la obra y los beneficios.
Me permito agregar que, en la ciudad de Mérida, Yucatán, la desigualdad en materia de infraestructura pública municipal es uniforme, ya que aun en zonas que se consideran de alta plusvalía no cuentan con banquetas, carpeta asfáltica en buen estado, paraderos, señalética y balizamiento. Dejan las autoridades una gran incertidumbre sobre cómo se están manejando las finanzas y a dónde se destina el dinero.
Debemos concentrar esfuerzos en mejorar la administración de las finanzas públicas municipales, trabajar conjuntamente para elaborar un modelo de recaudación que sea óptimo, que las obras públicas se realicen, aprovechar todos los medios e instituciones garantes de la transparencia para generar certidumbre, hacerlas más eficaces, redistribuirlas y enfocar el modelo que se resume así:
Reduciendo las desigualdades, acercando oportunidades.
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