Alondra Amaro Sánchez
En el contexto actual, donde los desafíos económicos se entrelazan con cambios legislativos y la creciente volatilidad del mercado, resulta fundamental promover una cultura del ahorro, especialmente entre los jóvenes. Recientemente, la eliminación de una ley que incentivaba el ahorro ha generado un vacío en las herramientas financieras que muchos ciudadanos utilizaban para planificar un futuro sólido. Como líder en el sector asegurador y VP de Jóvenes COPARMEX en Desarrollo de Nuevos Negocios, considero que esta situación es un llamado urgente a la reflexión y la acción.
El cambio legislativo que ha retirado ciertos incentivos al ahorro no es un fenómeno aislado. Se inserta en un contexto más amplio de transformaciones económicas y sociales que demandan mayor responsabilidad financiera por parte de cada individuo. En tiempos donde las oportunidades y los riesgos se entrelazan, la capacidad de anticiparse a lo inesperado se convierte en una habilidad indispensable. Ahorrar, más allá de acumular dinero, es construir una red de seguridad personal que nos permita enfrentar imprevistos y consolidar un patrimonio que respalde nuestros proyectos y sueños.
El sector asegurador, en el que mi familia y yo hemos trabajado durante más de 24 años, tiene un rol esencial en este escenario. Los seguros no son únicamente un producto financiero, sino una herramienta clave para mitigar riesgos y proteger lo que tanto se ha trabajado por construir. La modernización y el uso de nuevas tecnologías en este sector están permitiendo desarrollar soluciones más ágiles y adaptadas a las necesidades actuales, lo que refuerza la importancia de combinar la prevención financiera con la innovación.
Desde mi posición en COPARMEX he constatado que la juventud, aunque llena de potencial, muchas veces no vislumbra la dimensión del ahorro y la gestión de riesgos en su vida. Es imperativo que los jóvenes comprendan que, en ausencia de ciertos apoyos gubernamentales, la responsabilidad de construir un futuro próspero recae en cada uno de nosotros. Promover el ahorro y la cultura de la previsión no solamente protege a nivel individual, también fortalece el tejido económico y social del país.
Es fundamental que los jóvenes se rodeen de personas que los impulsen e inspiren a ser mejores cada día: familiares, amigos, parejas y mentores. Estos lazos son el motor que nos permite perseverar en momentos de incertidumbre. En mi experiencia, el apoyo incondicional de mi entorno ha sido clave para tomar decisiones importantes que me han permitido crecer, tanto en el ámbito personal como profesional, y me ha motivado a trabajar por el bienestar de futuras generaciones.
Ante la eliminación de incentivos al ahorro, es más importante que nunca que las nuevas generaciones asuman un rol proactivo en su planificación financiera. No se trata únicamente de alcanzar metas materiales —como contar con un patrimonio que respalde nuestros proyectos empresariales o personales—, sino de garantizar la estabilidad que permita enfrentar retos del futuro con seguridad y resiliencia.
Hago un llamado a los jóvenes, a los empresarios y a los legisladores: es momento de fomentar políticas públicas y prácticas empresariales que impulsen la educación financiera y la cultura del ahorro. Solamente así podremos construir un país más fuerte y preparado para los desafíos.
El éxito y la prosperidad se forjan día a día a través de decisiones conscientes, innovación y, sobre todo, unión de esfuerzos. La eliminación de incentivos gubernamentales para el ahorro es una señal de alerta que nos invita a replantear nuestros hábitos financieros y a buscar, desde la iniciativa individual y colectiva, herramientas que nos permitan seguir adelante. En este proceso, el sector asegurador y organizaciones como COPARMEX tienen un papel fundamental para inspirar, educar y acompañar a las nuevas generaciones en la construcción de un futuro sólido y de oportunidades.
Con compromiso, responsabilidad y la fuerza de la comunidad podemos transformar este desafío en una oportunidad para crecer y alcanzar el éxito integral, tanto en lo material como en lo personal.
Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva de la autora.