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Infancias buscadoras


DIEGO EMILIO RODRÍGUEZ MELO / COLABORADOR EN RADIO UNAM, GRUPO IMER

México sufre una grave crisis de desaparecidos que ha obligado a niños, niñas y adolescentes a buscar a sus seres queridos, valiéndose de sus propios medios. Hablamos en sentido literal.

Las infancias buscadoras salen a las calles a localizar a sus seres queridos: hacen folletos, organizan búsquedas comunitarias y, al igual que los adultos, también se angustian por sus familiares.

En México hay más de 100 mil desaparecidos. Pero en este 2023 la cifra llegó a 112 mil personas. Esta cantidad, seguramente, seguirá aumentando a lo largo del año.

Las infancias buscadoras también se integran a colectivos de madres y padres que persiguen la misma finalidad: localizar a su ser querido con vida.

La desaparición en México data de los años sesenta del siglo XX. No es algo nuevo. De hecho, México ha sido objeto de varias llamadas de atención y recomendaciones de organismos internacionales para iniciar una política integral que permita la localización e identificación de la gente que ha desaparecido desde aquella época.

Según la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), uno de cada 352 niños y niñas y adolescentes sufren la desaparición de personas en su propia casa. Las infancias, cargando un pico, una pala y un poco de agua, salen a las calles con la firme esperanza de encontrar a su ser querido.

En diciembre del año pasado se hizo viral un video en el que dos niños de Tlaquepaque, Jalisco, salieron de casa con picos y palas a buscar a su papá desaparecido.

Yo me pregunto: ¿hasta dónde vamos a llegar? ¿Por qué las infancias hemos tenido que hacer estas labores que son propias, ya no de adultos, sino de las autoridades?

Las autoridades están rebasadas ante esta grave crisis. Los medios de que dispone el Estado mexicano parece que son escasos. De ahí precisamente que organismos internacionales hayan instado a nuestro país a que implemente un mecanismo integral que permita encontrar e identificar a los desaparecidos.

El hecho de que niños, niñas y adolescentes salgan a las calles a buscar a sus familiares es prueba evidente de la gravedad del problema.

Si el desaparecido es papá o mamá, el sustento en casa tarde o temprano va a faltar. Ése es otro problema que origina la crisis de desaparecidos. Ése es el punto al que hemos llegado. Las infancias tienen que salir a las calles a buscar a su ser querido.

Por medio de este artículo externo nuestro apoyo y solidaridad a las madres, los padres y las infancias buscadoras. Espero que pronto puedan tener la certeza del paradero de su ser querido.

México, unido y solidario, es mejor.

Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva del autor o de la autora.

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