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La importancia de la sociedad civil en la democracia


Daniela Jiménez Rivera / Universidad Anáhuac México Norte Licenciatura en Relaciones Internacionales

La democracia en México es naciente, a partir del año 2000 se vive alternancia política, por lo que diariamente se actúa en pro de su consolidación. El Estado mexicano (al igual que cualquier otro) se conforma por población, territorio y gobierno, pero va más allá, puesto que es un complejo institucional con gran poder político, por ende, para su sano desarrollo es necesaria la existencia de organizaciones y grupos que hagan contrapeso al gran monopolio del poder del Estado.

La sociedad civil “está constituida por diversos componentes, tales como instituciones cívicas y sociales, y organizaciones que dan forma a la fundación de una sociedad funcional” (OAS, 2023). La importancia de la sociedad civil reside en asegurar la democracia por medio de la representación de la pluralidad de realidades para la toma de decisiones de los servidores públicos y el respeto de los derechos humanos de la población que garantiza la paz, seguridad pública y humana y el desarrollo nacional, como la transformación de un espacio público más abierto y plural en donde se ponga en escrutinio el poder del Estado.

El territorio mexicano es extenso y la sociedad civil se encuentra desorganizada por la polarización y el deterioro del tejido social, pero es necesario que se organice y luche en un mismo frente desde su propia trinchera y con sus propias razones sociales porque, como ya se mencionó, las realidades son distintas; asimismo, la estructuración de la sociedad civil promueve e impulsa iniciativas en beneficio de miles de mexicanos que padecen los mismos problemas, pero que no tienen la plataforma para levantar la voz y ejecutar el cambio.

La democracia es una casa en construcción donde la sociedad civil se vuelve en vigilante eterno, ya que de no ser así se vulnera la democracia y el ejercicio de la sociedad frente a esta. Se debe de ciudadanizar el poder público, en donde el ciudadano sea el centro de la toma de decisiones para el bienestar común. La sociedad civil debe de colocarse en una posición de conocer, ejercer y exigir sobre los derechos que poseen con respecto al Estado y cualquier otro tema que sea del interés de la sociedad para la construcción de la democracia y un bienestar en conjunto. Porque resulta fácil conciliar una posición de inconformismo y víctima con las realidades del país, pero se antepone la preparación y movilización para la eficacia del poder público.

Para finalizar, siempre existen avances y retrocesos, pero es parte natural de la evolución para llegar a un equilibrio entre el poder del Estado mexicano y el poder que la sociedad civil ejerce sobre él. La fórmula de éxito es un marco jurídico robusto, instituciones fuertes y una participación responsable, consciente y activa de la sociedad civil.

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