Rocio Sabine Avila Rodriguez
Estudiante de la Licenciatura en turísmo
Escuela Superior de Turísmo (IPN)
En el ejercicio cotidiano de nuestra rutina, la expansión de la actividad turística es relevante para la contribución y el desarrollo de nuestro país, México se consolida como el sexto país más visitado del mundo en 2024, y a su vez el sector aporta 8.6% al PIB nacional, así mismo, 1 de cada 10 mexicanos que salieron de la pobreza en un periodo de 2018 al 2020 se debe gracias al sector turístico, siendo el primer empleador de jóvenes y el segundo en mujeres. Resulta innegable su principal contribución y la mejora directa a la calidad de vida del quien lo practica. El sentido del alcance de la actividad turística en nuestro país es un trabajo de corresponsabilidad, la coordinación entre los agentes involucrados (gobierno, sector privado, comunidades locales, entre otros) debe ser oportuna, adecuada, competitiva y apropiada para su regulación, su debida representación de participación sigue siendo relevante para las agendas legislativas del país. Es relativo mencionar que la estrategia de la política turística actual se basa en la diversificación, promoción y alianzas.
Teniendo una actividad tan enriquecedora, representativa y resiliente en nuestro país, la participación ciudadana es prioridad, en efecto, tiene gran importancia a la hora de toma de decisiones para la elaboración de políticas, a su vez, hace más eficiente la facultad de decisión de las autoridades, en tales condiciones, los hechos, actos y opiniones de la ciudadanía deben ser obligatorios dado que, la prioridad es el pueblo. Anteriormente, se invitó a la ciudadanía a participar en la elaboración del nuevo Plan Nacional de Desarrollo. Sin embargo, a diferencia de otros foros de consulta popular, las propuestas ciudadanas relacionadas con el sector turístico fueron escasas, lo que refleja un desbalance y genera descontento entre los actores involucrados. Cabe destacar que, sin la participación activa de todos los agentes clave, será difícil alcanzar resultados significativos y representativos.
Recientemente se ha observado un fenómeno muy curioso, en la última década la población parece ser más consciente de lo que implica su participación en las decisiones del país, actualmente, derivado de nuevas necesidades y de un nuevo despertar colectivo se necesita una toma de decisiones desde un punto de vista profesional.
Ha sido fuerte inspiración y reflexión la nobleza de nuestras causas, pero para pronunciar una victoria legislativa deseo que puedas honrar tu historia, y en el caso del turísmo, seguir construyéndolo día con día. La falta de participación ciudadana y decisiones mal informadas son expresión elocuente de lo mucho que nos hace falta por alcanzar como pueblo unido, nosotros mismos somos el resultado de nuestras decisiones, redefinir la enseñanza del turismo informado nos dará una amplia expresión de gratitud.
La política no tiene por qué ser aburrida, México posee una gran historia y una rica tradición, como ciudadanos de un mismo territorio es nuestra obligación ejercer sin la menor duda una contribución activa desde nuestro propio concepto de justicia, el desafío de nuestro país es construir la vinculación entre turismo y política, con la finalidad de argumentar una dimensión legal más amplia.
Algunas recomendaciones para fortalecer a la política turística desde los esfuerzos cotidianos son:
• La calidad de una política turística efectiva debe comenzar por escuchar a las comunidades receptoras, puede fomentarse a través de consultas públicas, talleres y foros donde se expresen necesidades, preocupaciones y expectativas.
• Establecer parámetros en áreas naturales sensibles, de la mano con profundizar esfuerzos en promover prácticas turísticas respetuosas con el medio ambiente.
• Priorizar la contratación de servicios y productos locales, a su vez, educar a los visitantes sobre la importancia de respetar la cultura local.
• El patrimonio cultural y natural debe protegerse, por ello, la necesidad de promover el respeto y la conservación de las tradiciones, costumbres y sitios históricos.
• Proponer campañas de sensibilización dirigidas a turistas con la finalidad de fomentar prácticas responsables.
• Volver a la analogía que la colaboración entre el gobierno, las empresas turísticas y la comunidad es fundamental para lograr un desarrollo turístico equilibrado.
Virtuosos lectores, lo que ocurrirá a continuación es que ambos, política y turismo, se combinaran armoniosamente.