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La seguridad humana en México


Daniela Jimenez Rivera / Universidad Anáhuac México

El sistema internacional contemporáneo está caracterizado por su naturaleza anárquica, interdependiente y globalizada, con Estados nacionales que constantemente buscan su seguridad en este contexto. La seguridad es un elemento fundamental para la subsistencia de los Estados, puesto que es un componente que abarca múltiples y distintos niveles que llevan al desarrollo nacional, económico, político y social de forma integral.

Debido a la multiplicidad de amenazas y la diversidad de elementos a proteger, la seguridad está dividida en seguridad nacional, seguridad interior y seguridad pública. Estas divisiones establecidas cambiaron en 1994 con la introducción de un nuevo término por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD): la seguridad humana. 

La seguridad humana es un elemento de seguridad que posee un grado superlativo, en un intento por “humanizar la seguridad” (Calleros, J. 2013) para la protección integral del individuo en el contexto de un Estado con amenazas constantes en todos los niveles de seguridad, no existe un consenso internacional sobre la conceptualización del término, no obstante lo podemos definir como “un enfoque que ayuda a determinar y superar las dificultades generalizadas e intersectoriales que afectan a la supervivencia, los medios de subsistencia y la dignidad de sus ciudadanos”. 

Es fundamental la búsqueda de “respuestas centradas en las personas, exhaustivas, adaptadas a cada contexto y orientadas a la prevención que refuercen la protección y el empoderamiento de todas las personas” (Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Seguridad Humana, 2023). Después de lo mencionado, es necesario destacar que los derechos humanos y la seguridad humana están entrelazados, en el que objetivos y esfuerzos están dirigidos a una misma y única causa; el desarrollo político, económico, cultural y social íntegro de las personas en el marco de vivienda de Estados nacionales en un sistema internacional anárquico, con un sentido antropocentrista que pone como punto de origen y punto de finalización al ser humano, lo importante es destacar la visión distinta sobre la protección del humano. 

Por un lado, la seguridad humana busca generar las condiciones por medio del uso legítimo de la fuerza del Estado y todos los esfuerzos para proteger, en su totalidad, tres tipos de libertades: la libertad de vivir sin temor, libertad de vivir sin carencia y libertad para vivir con dignidad, que conforman un triángulo esencial para la vida de los seres humanos (Organización Panamericana de la Salud, 2012). Por otro lado, los derechos humanos por medio de la positivización de estos buscan el respeto universal a ellos a fin de gozar de una vida con libertad y dignidad.  

Los derechos humanos son universales, mientras que la seguridad humana dependerá de las capacidades de cada Estado y su agenda de seguridad, por lo que fue hasta el 2003, con la Declaración sobre Seguridad en las Américas, que se adoptó el término seguridad humana por el Estado mexicano. 

Actualmente, este elemento y los derechos humanos en México son considerados ejes fundamentales para el desarrollo humano, que, a su vez, llevan al desarrollo nacional, crecimiento económico, seguridad nacional y soberanía ante el concierto de naciones (como se mencionó con anterioridad). 

Dado que son conceptos valiosos para la evolución de México, existen distintos documentos que plantean el uso de la seguridad humana, por ejemplo, los planes nacionales de desarrollo y su introducción del término, la existencia de distintos proyectos nacionales, como el PRONACES, por parte del Conacyt, en seguridad humana, la introducción de agendas de seguridad humana en distintos puntos del país por el FONCICYT, los conversatorios sobre seguridad humana en el país y la violencia crónica en México por parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, el proyecto de Promoción del Enfoque de la Seguridad Humana y Juventudes por parte de UNFPA, UNODC y ONUDI en el estado de Hidalgo, por mencionar algunos de los esfuerzos del país en materia de seguridad humana. 

Por otro lado, no existe un marco normativo sólido para la seguridad humana, por lo que el concepto está muy poco desarrollado y adecuado a las realidades del país. Es necesario mencionar que, de ser así, este debería de encontrarse al mismo nivel que la seguridad nacional, pública y claramente ser eje central de planes de desarrollo nacionales, con el fin de “que corresponde al titular del Ejecutivo federal, en consonancia con los poderes de la Unión, elevar al individuo como eje no solamente del desarrollo sino de la estabilidad” (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2010) y de la seguridad nacional y a nivel sistema internacional.  

En conclusión, México no ha llegado al nivel superlativo de la seguridad humana, a pesar de los esfuerzos nacionales emprendidos, ya que la realidad en el territorio mexicano es desigual, por lo que las necesidades de la población son diversas y con distinta profundidad, esto sin mencionar la poca introducción del término en el marco normativo mexicano y las distintas violaciones a los derechos humanos hacia la población. 

Los derechos humanos y la seguridad humana, como ya se mencionó con anterioridad, son conceptos que juegan siempre en el mismo equipo, ambos en pro del bienestar total de la persona cubriendo las necesidades para la vida plena, por lo que se puede decir que, sin protección y mantenimiento de los derechos humanos, no hay seguridad humana. 

Lo ideal es el encuentro de un equilibrio entre seguridad, el respeto de los derechos humanos y el satisfago a las necesidades básicas inscritas en estos que llevarán posteriormente a la seguridad humana, un marco integral de protección y desarrollo. Debido a esto, aún hay mucho trabajo por hacer en el país con el cumplimiento de estos y la transición hacia la seguridad humana. 

La importancia de estos elementos reside es que entre más satisfechas están las necesidades primarias del humano que impulse a un sano desarrollo multidimensional, llevarán a una convivencia social con menor violencia e indicios del crimen en el territorio. Sin embargo, no hay que demeritar el trabajo del Estado mexicano por el bienestar social, ya que el conocimiento de este concepto es un paso más hacia la evolución y el tan esperado bienestar social.  

Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva del autor o de la autora. 


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