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Más allá del techo de cristal


Lesly Fernanda Valencia González / Estudiante Derecho UP

La Epístola de Melchor Ocampo formó parte de la Ley del Matrimonio Civil, que solía recitarse a las parejas heterosexuales al momento de contraer nupcias y a pesar de que este texto data de 1859, sigue más presente que nunca.

Dicho documento jurídico plasma claramente la problemática en la que se encuentra nuestro país respecto a la desigualdad de género, en la que se establece que el hombre es fuerte y valiente y la mujer es débil, delicada y sensible. A él le compete la protección, el alimento y la dirección; mientras que a ella la obediencia, el consuelo y el cuidado. El hombre tiene un carácter brusco y es a la mujer a la que le corresponde contenerlo. A él le toca manejar el gobierno y el mundo del trabajo y a ella el día a día de la casa, incluyendo, por supuesto, a los niños. Él es sujeto de derechos; ella es, en el mejor escenario, objeto de tutela.

Estefanía Vela, Licenciada en Derecho por el ITAM y Maestra por la Universidad de Yale, afirma que esta visión de género por virtud de la cual se cree que la mujeres, antes que ser trabajadoras, son cuidadoras y que su responsabilidad primaria está en la casa; es una de las razones por las cuales no acceden a la esfera laboral en las mismas condiciones que los hombres.

Julianna Martínez Salazar, directora ejecutiva de la agencia de distribución Grupo Witt que maneja marcas como Volkswagen, Nissan y Renault, en una entrevista para El Financiero, relató que en dos ocasiones tuvo que enfrentarse a que sus compañeros renunciaran al enterarse de su nombramiento, además de sufrir acoso por parte de uno de sus jefes, por lo cual se vio obligada a renunciar a su trabajo.

En esta misma serie de entrevistas, Ana López Mestre, directora general de American Chamber of Commerce en México, narró que nueve de cada 10 mujeres reportan que les gustaría ostentar un cargo directivo, pero sólo tres de 10 creen que lo van a lograr. Esto demuestra que hay que generar un piso parejo para que más mujeres puedan prepararse y participar.

En la actualidad, ha habido algunos avances; en gran parte de las Facultades de Derecho en nuestro país, hay más mujeres estudiando la carrera, inclusive con mejores calificaciones que los hombres, pero este progreso aún no se ve reflejado en los despachos jurídicos, que no han podido capturar dichos números. Situación que no sólo ocurre en México, sino a nivel global.

Algunas de las propuestas que se plantean para romper el famoso techo de cristal, es el trabajar los sesgos inconscientes para erradicar las barreras relacionadas con los roles de la mujer y el hombre en el trabajo. De igual manera, es de suma importancia implementar estrategias para retener y desarrollar el talento femenino, además de impulsar que tengan las mismas oportunidades que los varones.

El sensibilizar a los líderes y mostrar los casos de éxito de negocios en donde se ha fomentado la diversidad e inclusión haciendo evidente el impacto y los beneficios que trae consigo este cambio para la organización, es fundamental.

Un ejemplo de empresa en el que se impulsan proyectos enfocados en el desarrollo de sus colaboradoras, es PepsiCo, que tiene la iniciativa “Million Women Mentors”, que busca despertar el interés y confianza de las mujeres y niñas para estudiar ciencia, tecnología e ingeniería.

Las grandes directivas de nuestro país, coinciden en que el talento, la preparación, la confianza y la valentía son elementos clave para erradicar la brecha laboral y salarial.

Asimismo, el estudio “Principios para el Empoderamiento de las Mujeres”, realizado por ONU Mujeres, recopila evidencia y datos estadísticos que demuestran que la igualdad de género y la incorporación de mujeres en todos los niveles son un buen negocio para las empresas, no sólo porque ellas representan el 64% de las decisiones de compra, sino porque su creatividad, visión y gestión han comprobado ser benéficas y generar grandes resultados para las compañías.

“Es evidente que tenemos que hacer esfuerzos para conseguir que las mujeres estén al frente del camino, ya sea en la escala de decisiones corporativas o en la política. Cuando tienes a una pionera importante como la primera mujer Presidenta, otras le seguirán. Luego habrá una segunda y una tercera y cuarta. Así es como las cosas cambian, en lo que respecta al techo de cristal”. -Mazie Hirono, primera mujer asiática-estadounidense elegida para el Senado de los Estados Unidos.

A modo de cierre, es menester comprender que defender la igualdad de género no implica menospreciar o castigar a los hombres. No se lucha por ser más, se lucha por ser igual. Entendemos que no todos los hombres son machistas, pero lo es el sistema. Simplemente las mujeres estamos cansadas de empleos informales y precarios, de que nuestra voz no sea tomada en cuenta, de ser criticadas por la manera en la que actuamos y nos vestimos, de cobrar menos y trabajar más. Todas las personas merecemos el mismo respeto y los mismos derechos. Se acabaron las excusas.


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