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Mujeres en los negocios; retos y oportunidades en el Siglo XXI


Sheila A. Nava Morales | Licenciada en negocios internacionales | Presidenta del Capítulo Universitario COPARMEX IPN | CEO founder en Namora Autos.

La participación de las mujeres en los negocios ha crecido significativamente en las últimas décadas. Sin embargo, persisten desafíos estructurales que limitan su desarrollo en el sector empresarial. La equidad de género no solo es un tema de justicia social, sino también un factor clave para el crecimiento económico sostenible.

El acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo ha mejorado en diversos sectores. Muchas empresas han implementado políticas de inclusión y diversidad para reducir la brecha de género. Según el Banco Mundial, las empresas con liderazgo femenino tienden a ser más innovadoras y resilientes, impactando positivamente su entorno. Además, estudios indican que aquellas con mayor equidad de género en equipos directivos tienen un mejor desempeño financiero.

No obstante, las mujeres siguen enfrentando obstáculos como la falta de acceso a financiamiento, la discriminación laboral y la dificultad para conciliar la vida personal con el trabajo. En México, solo el 16% de los emprendimientos están liderados por mujeres, según el INEGI. Esta baja representación se debe, en parte, a sesgos de género, así como a la escasez de redes de apoyo y mentoría. Además, el "techo de cristal" sigue limitando el crecimiento profesional de muchas mujeres.

Para mejorar la inclusión femenina en el sector empresarial, se recomienda implementar estrategias que fomenten su participación en startups y empresas consolidadas, entre ellas:

1. Acceso al financiamiento: Creación de fondos específicos para emprendimientos liderados por mujeres e incentivos fiscales para inversionistas que las apoyen.

2. Capacitación y mentoría: Programas públicos y privados que ofrezcan formación en liderazgo, administración y tecnología para fortalecer sus habilidades empresariales.

3. Flexibilización laboral: Promoción de esquemas de trabajo flexible y corresponsabilidad en el cuidado familiar, permitiendo que más mujeres se desarrollen profesionalmente.

4. Incentivos a la contratación femenina: Medidas para incluir a más mujeres en sectores dominados por hombres, como tecnología y manufactura.

5. Fortalecimiento de redes de apoyo: Creación de espacios donde emprendedoras puedan conectar, compartir experiencias y acceder a oportunidades de negocio.

Experiencias de mujeres empresarias en México y su impacto en la economía

A pesar de los desafíos, muchas mujeres en México han consolidado negocios exitosos, generando empleo e innovación. Un ejemplo es Gina Díez Barroso, fundadora de Grupo Diarq y creadora de la primera universidad en México enfocada en la formación de mujeres líderes. Su éxito ha inspirado a nuevas generaciones a romper barreras.

Otro caso es Marisa Lazo, fundadora de Pastelerías Marisa, quien ha transformado la industria y generado bienestar económico y social. Su empresa ha implementado estrategias de inclusión y equidad en su plantilla. También destaca Eva Hughes, exdirectora de Condé Nast para América Latina, quien ha impulsado el liderazgo femenino en la industria de los medios y la moda.

El impacto de las mujeres en los negocios es innegable. Según el BID, incrementar la participación femenina en el mercado laboral podría aumentar el PIB de América Latina hasta en un 23%. Además, las empresas dirigidas por mujeres suelen ser más responsables socialmente e implementar estrategias sostenibles en sus operaciones.

Si bien se han logrado avances, persisten desafíos que requieren la colaboración de gobiernos, empresas y sociedad civil. La implementación de medidas efectivas, el acceso a financiamiento y la promoción de redes de apoyo son esenciales para impulsar la participación femenina en los negocios.

Invertir en mujeres empresarias fortalece la economía nacional y fomenta un entorno donde puedan desarrollar su potencial sin limitaciones. Para ello, resulta clave generar un cambio de mentalidad en el sector empresarial, promoviendo una cultura de inclusión y eliminando estereotipos de género en el ámbito laboral. Con un compromiso conjunto de todos los sectores, es posible avanzar hacia un ecosistema empresarial más equitativo y competitivo.


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