/ Pluralidad


news

Nosotros, ustedes y otras formas de dividir al país


Jimena Casso

A unos días de las elecciones en México de 2024 hemos tenido grandes aprendizajes, unos políticos, otros de comunicación, pero quizás el más importante de todos sea el social.

Se han viralizado y normalizado discursos de odio que profundizan la visible guerra en la que ha caído el país. Esta narrativa simple que indica que hay un “nosotros” y un “ustedes” basado en las decisiones electorales de la población, reabre las heridas más profundas de la sociedad mexicana que se remontan al nacimiento del Estado.

Este discurso, que en el lenguaje comunal se traduce en “fifís” y “chairos”, o peor aún, que dividide en clases sociales, “ricos” y “pobres”, no es más que una herramienta de comunicación y percepción que ayuda a la estrategia de división social necesaria para la obtención del poder.

Es más que evidente que ha funcionado, y a la vez, altamente preocupante porque continúa la fomentación errónea de que somos diferentes y “mejores” o “peores” de acuerdo con la decisión de representación política que elegimos; está polarizando al país, llevando a la sociedad cada vez más lejos del centro y más cerca de los extremos (tanto de derecha como de izquierda).

Esta creciente demanda social de representación orientada a estos extremos, aunada a la falta de estructuras políticas que se identifiquen como tal, causa que la sociedad no se sienta representada: recordemos que históricamente los partidos políticos del país han estado orientados al centro (PAN, centroderecha; PRI, centro; PRD, centroizquierda), teniendo un impactando negativo en los votos a los partidos políticos más orientados al centro y positivo en los partidos más orientados a los extremos (MORENA: izquierda).

La verdadera pregunta que nos tenemos que hacer socialmente es si vale la pena continuar enfrentándonos, denigrando y humillándonos entre mexicanos, lo cual nos continuará llevando por el camino de la polarización y, por ende, impulsará el extremismo político.

O, exigir y demandar en conjunto a las instituciones y administración pública mejores gobiernos, partiendo de la empatía y el entendimiento de que la riqueza de México se basa en su diversidad: biológica, cultural y también social.

Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva de la autora.


Notas relacionadas