La salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente, así como contribuir a la mejora de nuestra comunidad.
Se trata de ser capaces de manejar las emociones de forma saludable, de tener una buena autoestima, de ser capaces de resolver problemas, de tomar decisiones y de mantener relaciones saludables con los demás.
A lo largo de la vida, múltiples determinantes individuales, sociales y estructurales pueden provocar cambios en nuestra salud mental. Incluyen factores como pobreza, violencia, desigualdad, falta de deporte, degradación del medio ambiente, entre otros.
Desafortunadamente, el mundo se ha vuelto cada día más estresante y lleno de desafíos, por lo que no es de extrañar que se caiga con facilidad en la trampa de la ansiedad, el estrés y la depresión; de ahí la importancia de reconocer los signos de una salud mental deficiente y, en caso de ser necesario, buscar ayuda profesional.
Solo por dar un ejemplo, Campeche ocupa el tercer lugar en casos de suicidios a nivel nacional, tan solo en el 2022 se registraron 97 suicidios en todo el estado, la pregunta aquí es ¿qué están haciendo nuestras autoridades para mejorar la salud mental de los campechanos?
Es preocupante que no se hace lo suficiente, además impera un estigma en torno a la salud mental que a menudo impide que las personas busquen ayuda cuando lo necesitan, acaso no han escuchado a personas decir ¡No tengo tiempo para eso! ¡No quiero que me digan que estoy loco! ¡Solo tengo que ser más fuerte y superarlo! ¡La terapia es demasiado cara! O el típico ¡Prefiero enfrentar mis problemas yo solo, no necesito de la ayuda de nadie! Y esto, al final, solamente son excusas, olvidamos que la salud mental es trabajo de todos y es tan importante como la salud física; debemos entender que no hay nada de malo en buscar ayuda si la necesitamos.
Es urgente y necesario que se aumente la inversión en servicios de salud mental para garantizar la creciente demanda de atención y que se implementen programas de educación en esta área, así como establecer servicios de atención primaria, fomentar la atención integrada de la salud, reducir el estigma en torno a la salud mental a través de campañas públicas de concientización y alentar a las personas a buscar ayuda; por supuesto, mejorar el acceso a la atención de salud mental para poblaciones marginadas incluyendo a las personas de bajos ingresos y personas sin hogar.
Sabemos que el tema de salud mental no es algo que se pueda resolver de la noche a la mañana, lleva mucho tiempo, paciencia y apoyo, pero estoy convencida de que si sociedad y gobierno trabajamos de la mano se puede crear un ambiente que ayude a las personas a superar los desafíos que enfrentan.
No olvidemos que la salud mental no es un signo de debilidad, sino una parte natural y necesaria de nuestra existencia. Si necesitas ayuda, ¡no dudes en buscarla! No hay vergüenza en cuidar de nosotros mismos y es algo que debemos hacer para asegurarnos una vida feliz y saludable y recuerda que “cada día es una nueva oportunidad para cuidar de tu salud mental”.
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