El litio es un recurso estratégico para la transición hacia energías renovables sostenibles y bajas en carbono. Si bien no es un metal escaso, su potencial de crecimiento lo convierte en uno de los recursos naturales que más interés ha despertado en los últimos años. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (International Energy Agency, IEA, por sus siglas en inglés), su demanda se incrementará drásticamente para la producción de baterías recargables del tipo ion litio para celulares, vehículos eléctricos y almacenamiento de energía a escala industrial.
También tiene usos en la industria del vidrio, lubricantes, cerámica y hasta en la tecnología nuclear para controlar la química del circuito primario y la fabricación de detectores de neutrones, entre muchos otros usos. El litio destaca por su alta densidad energética y bajo peso, ya que se usa en la acumulación de energía eficiente. Los equipos de investigadores de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, aseguran que estas baterías de litio y azufre son “las más eficientes del mundo” pues superan cuatro veces en capacidad a las baterías tradicionales.
A su vez, el reporte Global Supply Chains of EV Batteires, de la Agencia Internacional de Energía (IEA) pronostica que la demanda de baterías para vehículos eléctricos se multiplique por diez aumentando de los 340 gigavatio-hora (GWh) a más de 3,500 (GWh) para el 2030. Como es de esperar, en las últimas décadas el precio del litio extraído del suelo también se ha disparado; llega a los $62,000 dólares por tonelada métrica en lo que va del año. El aumento de los precios se debe principalmente al auge en la industria automotriz de vehículos eléctricos, que ejerce presión a sus proveedores sobre la demanda de minerales.
El litio es el más ligero de todos los metales; tiene una densidad aproximada de la mitad del agua con un gran potencial electroquímico. Según el último estudio del Sistema Geológico de Estados Unidos (United States Geological Survey), las reservas confirmadas de litio se concentran principalmente en América Latina y Australia. México ocupa un lugar privilegiado en este escenario, ya que en conjunto con Argentina, Bolivia y Chile tienen las reservas más grandes de litio del planeta. Basándonos en el mismo estudio, México tendría 1.7 millones de toneladas de mineral ocupando el décimo lugar en el mundo con la reserva más grande.
El litio se encuentra bajo varias formas en la naturaleza, principalmente en un compuesto de agua y sal, mejor dicho: en forma de cloruros de salmueras continentales. Por ejemplo; en Chile está la reserva mundial Salar de Atacama, en Argentina, Salar del Hombre Muerto, en Bolivia, Salar de Uyuni. En Sonora el litio se encuentra en la arcilla y falta mucho por explorar, pero al menos otros 17 estados de la república mexicana incluyendo Puebla, Oaxaca y Nuevo León son localidades donde el Servicio Geológico Mexicano ha encontrado manifestaciones de litio. Este mineral puede encontrarse en los océanos, rocas, depósitos de arcilla, campos geotérmicos y pozos petrolíferos.
Junto con sus potencialidades para la transición energética, también existen desafíos como con cualquier otro recurso natural. Algunos de los desafíos es trabajar en una agenda ambiental que promueva la minería sostenible y segura en el país, generar condiciones regulatorias y normativas para fomentar la producción adecuada de la exploración y explotación del litio.
Actualmente, México no produce litio, pero la situación está por cambiar en los próximos años. El pasado 20 de abril del 2022, con la reforma a la Ley Minera se modificaron los Artículos 1, 5, 9 y 10 con el objetivo de considerar al litio como patrimonio nacional, prohibiendo la entrega de concesiones a privados para extraerlo. Aunque en el Artículo 27 constitucional se indica que todos los recursos no renovables como el petróleo, gas natural, recursos minerales son propiedad de la nación, en pasadas administraciones se han otorgado concesiones mineras de forma ilimitada con duración de hasta cien años de las que las principales beneficiarias son empresas mineras transnacionales de Estados Unidos y Canadá.
Éste es un gran momento para que México recupere soberanía y control en la administración de los recursos mineros y reafirme su posición de liderazgo mundial absolutamente necesaria para la tecnología y transición energética en el siglo XXI.
El pasado 23 de agosto del 2022, la Presidencia emitió un decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) para hacer oficial el nacimiento de la nueva empresa pública que se encargará de realizar los programas estratégicos de exploración, investigación y desarrollo de la tecnología requerida para la utilización del litio.
LitioMX es un organismo descentralizado federal para extraer y explotar litio. El director de LitioMX es Pablo Daniel Taddei, quien al frente del nuevo organismo y en colaboración con otras instituciones públicas como el Servicio Geológico Mexicano realizarán actividades relacionadas con producción, distribución y transformación de la cadena de valor del litio. Entre otras actividades importantes, ubicarán posibles reservas y áreas geológicas en México. LitioMX comenzará a operar, a más tardar, en febrero del 2023.
Twitter: @gbbli
Instagram: @gabriela.linan