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Violencia en tiempos de elección: el fenómeno de violencia político-criminal en México


Fabrizio Morfin Monroy

De 2018 al 26 de abril de 2024 en México se han registrado 1808 amenazas, asesinatos, atentados, ataques armados, desapariciones y secuestros en contra de personas que desempeñan actividades en el ámbito político, gubernamental, también contra instalaciones de gobierno o de partidos políticos por parte de grupos de la delincuencia organizada, que ocurren antes, durante y después de procesos electorales . A esta violencia se le llama violencia político-criminal. En México, esta violencia se ha convertido en una herramienta del crimen organizado para influir en la vida pública de estados y municipios.

574 personas e instalaciones han sido atacadas durante 2023, dejándolo hasta ahora como el año con más víctimas de violencia político-criminal lo que marcó un punto crítico para lo que hoy se considera un fenómeno complejo; es difícil de definir una única causa de origen, dando pauta a diferentes situaciones además de la violencia: inseguridad, miedo, violación a la libertad de los procesos democráticos… impunidad.

Solo en lo que va de 2024, 19 precandidatas y candidatas han sido asesinadas, ¿Qué medidas se han previsto para evitar futuros ataques? ¿Este tipo de violencia es un método de presión indirecta? Este tipo de cuestiones solo nos llenan de duda ante la veracidad que conlleva el proceso de candidaturas y, por ende, electoral.

La violencia político-criminal en México sin duda es un problema complejo y grave que no puede atribuirse, como mencionamos, a una única causa. Solo por mencionar algunos factores que contribuyen ante este fenómeno son: debilidad de las instituciones, corrupción y conflictos político-sociales, éstos se entrelazan con luchas de poder, impunidad, pobreza, desigualdad social, manipulación ideológica. Como vemos, es difícil atribuir una sola causa, por ende, abordar esta situación conlleva un cúmulo de diferentes iniciativas y planes de prevención que vayan desde el fortalecimiento de las instituciones para que resistan la infiltración y corrupción, hasta una investigación exhaustiva que nos acerque a focalizar diferentes medidas de prevención y combate de seguridad. 

Este fenómeno, sin duda, es una amenaza seria a la estabilidad y gobernabilidad que ha llegado no solo para desestabilizar aún más el proceso democrático de nuestra sociedad, siendo un punto crítico que de cierta manera está determinando el rumbo del país. 

1. Mediante la limitación de los candidatos ante la búsqueda de su elección a una cadidatura que no podrá ser por el miedo y terror que se les está infringiendo.

2. Esto también nos hace cuestionarnos qué tan limpio es este proceso interno de candidaturas, y las motivaciones, es decir; si este tipo de violencia se está dando por una guerra de poder entre partidos y hasta qué punto están llegando para ganar, por ende, determinando, qué tipo de perfil criminal estaría fungiendo como servidor público en nuestro país; o bien, un acto del crimen organizado para continuar con la corrupción, tráfico de influencias, enriquecimientos ilícitos y demás.

Es importante cuestionarnos y fortalecer no solo las instituciones, sino a la sociedad. ¿Qué podemos hacer desde nuestra trinchera como ciudadanos? ¿Cómo fortalecemos este proceso que a todos nos incumbe?

Las opiniones vertidas en este texto son responsabilidad única y exclusiva del autor o de la autora.


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