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Los derechos están supeditados a que nuestras acciones no constituyan un delito: Celeste Sánchez


Juventina Bahena

Hoy publicamos una entrevista realizada a la diputada Celeste Sánchez Romero el día de su cumpleaños 32, unos días antes de su deceso. La Cámara de Diputados guardó minuto de silencio y dedicó aplausos en su memoria.

El presidente de la Mesa Directiva, diputado Sergio Gutiérrez Luna, mencionó que Celeste culminó sus estudios de cirujana dentista, por la Universidad Juárez del estado de Durango; posteriormente, cursó la maestría y doctorado en Estomatopatología, por la Facultad de Odontología de la Universidad Estatal de Campiñas-Brasil. Impartió cátedra en instituciones del extranjero y fue considerada una autoridad en sus especialidades.

Como diputada del PT, se desempeñó como secretaria en la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación e integrante de las Comisiones de Juventud, y de Salud.
Benjamín Robles Montoya (PT) anunció que “Las iniciativas que estaban programadas para el grupo el día de hoy, serán modificadas para subir las iniciativas que registró Celeste”.

Descanse en paz.

Los derechos están supeditados a que nuestras acciones no constituyan un delito: Celeste Sánchez

Los derechos tienen jerarquía. Sabemos que el derecho a la salud es un derecho humano fundamental reconocido en la Constitución y diversas declaraciones, pactos, y convenios internacionales; igual está reconocida la libertad de desarrollar nuestras convicciones, de conciencia y religiosas.

El problema es querer equiparar al mismo nivel la objeción de conciencia sin restricciones, al de la salud, porque el primero está supeditado a que nuestras acciones no constituyan una falta o delito ni contraponerse al derecho de otra persona, expone la diputada Celeste Sánchez Romero (PT), integrante de la Comisión de Salud.

La Comisión de Salud está en el proceso de dictaminar una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud (LGS), en cumplimiento de una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a una acción de inconstitucionalidad emprendida por la Comisión de Derechos Humanos, al considerar que debe acotarse la objeción de conciencia.

En la Comisión estamos trabajando en un dictamen de consenso que pueda responder a ambas posturas. Debemos recordar que vivimos en un Estado laico y la prioridad es proteger el derecho humano a la salud. Nos debe quedar muy claro que no se puede vulnerar un derecho fundamental por el derecho personal de objetar su cumplimiento, dice la diputada petista.

“El fallo de la Corte es que se limite la objeción de conciencia, así como está establecida en el artículo 10 bis de la LGS, en tanto puede afectar procedimientos como trasplantes de órganos, transfusiones sanguíneas, cuidados paliativos, la libertad reproductiva y, el más polémico, la interrupción del embarazo. Entonces, en la Comisión buscamos un dictamen de consenso, con la incorporación de diversos mecanismos para que, al mismo tiempo que se respetan las creencias del fuero personal de cada uno, también se protejan a los usuarios de los servicios de salud.

Aun cuando el dictamen no ha sido aprobado en la Comisión, Sánchez Romero nos adelanta cuáles serían los mecanismos planteados.

—Se crearía un padrón de personal de salud objetor en el Sistema Nacional de Salud, principalmente en los centros donde se realicen esos procesos. Se propone que haya una tercera parte de personal no objetor para garantizar que se emprendan esos procedimientos. También se crearía un comité de vigilancia, encargado de resolver controversias. Se identifican las situaciones en las cuales no se podrá invocar la objeción de conciencia, básicamente cuando se ponga en peligro la vida de un paciente o se trate de urgencias, entre otras. También se estipulan los tiempos en que el personal puede registrarse en el padrón de objetores para poder ejercer este derecho.

¿Hay rechazo de grupos confesionales o antiaborto?

—Ha habido opiniones y reacciones en ambos sentidos, principalmente en cuanto a legislar a fondo y establecer estos mecanismos para proteger la salud y garantizar derechos conquistados a lo largo de muchos años de lucha de las mujeres para decidir sobre nuestro cuerpo. Así que no será válido el argumento de la objeción de conciencia para coartar esos derechos de las mujeres. Por ello, buscamos un dictamen de consenso; ahí hay cabida para todas las posiciones y se protege el derecho fundamental a la salud, y también la interrupción legal del embarazo en los tiempos que tiene estipulado en la ley.
“El dictamen va más allá del artículo10 bis que la Corte declaró inconstitucional, porque además de lo regulado en la ley anterior, se agregaron otras disposiciones referentes a los casos en que se pueda generar o agravar un daño a la salud de los pacientes, y producir secuelas como discapacidades y algo muy importante para casos humanitarios, cuando la negativa del servicio prolongue el sufrimiento del paciente o le implique una carga de sufrimiento desproporcionada e innecesaria y no exista alguna alternativa viable para brindar ese servicio en las mejores condiciones de calidad, oportunidad y accesibilidad.

“También se ha considerado el caso de que se quiera entorpecer o retrasar la prestación de estos servicios, o cuando los argumentos del objetor se sustenten en motivos discriminatorios o de odio. El dictamen establece que el incumplimiento de estas disposiciones dará lugar a responsabilidades administrativas y, en su caso, penales”.

Las mujeres en la ciencia enfrentan discriminación

El 11 de febrero la Cámara de Diputados celebró la efeméride del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, en reconocimiento a su papel clave en la comunidad.

El siguiente es un fragmento de la intervención de la diputada Celeste, quien forma parte de la comunidad científica y tecnología dada su formación y experiencia. Ella es doctora en Estomatopatología por la Universidad de Estadual de Campinas; tiene múltiples artículos publicados en revistas internacionales; es revisora de 20 revistas científicas internacionales; es asesora de tesis y jurado de defensa de tesis de posgrado en universidades en México, Uruguay y Brasil. También recibió el premio al Mérito Académico 2012.

Es necesario levantar la voz y denunciar la discriminación por género que vivimos las mujeres que nos hemos atrevido a hacer de la ciencia nuestra profesión de vida, dijo la diputada duranguense desde la tribuna.

Dio algunos datos que sustentan su dicho: Del Sistema Nacional de Investigadores, apenas el 37 por ciento somos mujeres, en la categoría más alta (nivel III) sólo 21 por ciento. Nuestra presencia disminuye por área de conocimiento: 20 por ciento en física, ciencias biológicas e ingenierías, por ello, las profesiones con más prestigio social y mejor remuneradas se asocian principalmente a los hombres.  
Las niñas que llegan a convertirse en científicas suelen tener carreras más cortas, escabrosas y peor pagadas, señaló.

“A pesar de que el número de mujeres va aumentando en las salas de aula y en los laboratorios, pocas veces se nos considera para ascensos o cargos de toma de decisión, como titulares de cátedra, directoras de proyectos o áreas de posgrado e investigación. Aunque tengamos doctorado o posdoctorado se nos considera una especie de mano de obra calificada, y menos eficiente si decidimos formar una familia.”

Y denunció: Hay mujeres que pasan años haciendo múltiples posdoctorados, esperando una oportunidad laboral digna, y al final, enfrentan simulaciones de concursos de oposición orientados a hombres, aunque sus méritos sean menores.

Tiene, como otras mujeres, experiencias de discriminación: Un exjefe me dijo cuando decidí mudarme de ciudad: “más vale que vayas ahorrando, porque adonde quieres ir no vas a encontrar nada” y él se encargó de cumplirlo. En el mundo patriarcal pesan más los dichos de un hombre que el currículum, la trayectoria y los méritos sólidos de una mujer.

La naturaleza del científico es cuestionar, debatir, argumentar, pero en la cultura machista, a las mujeres que nos atrevemos a hacerlo nos llaman “conflictivas” y a los hombres se les califica de “audaces”, y eso lamentablemente hace la diferencia entre tener un empleo digno o no, considera.

Las mujeres y las niñas somos la mitad de la población mundial, la mitad del potencial humano, por ello para su máximo florecimiento, para lograr un desarrollo sostenible, para vivir en sociedades con paz y justicia, la equidad de género es fundamental, concluyó.


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