México se encuentra frente a una transformación importante en el sector financiero, con una irrupción tecnológica rápida y generalizada. Diversos cambios están ocurriendo en los mercados de un producto o servicio financiero (expansión exponencial de tarjetas de crédito a través de plataformas financieras digitales), o en todo el sector (uso de big data e inteligencia artificial en la operación diaria de las instituciones financieras). Estos cambios tienen un impacto positivo en la economía (reduciendo costos de transacción) y, por lo tanto, en el bienestar de las personas, sobre todo las más vulnerables.
Los datos recientes de la Encuesta Nacional Ingreso Gasto del INEGI de 2022 ofrecen evidencia robusta en favor de los programas de transferencias de efectivo a la población para reducir la desigualdad en términos de ingresos de la sociedad. En conjunto, los programas sociales son progresivos, ya que cuando se consideran como parte de los ingresos de las personas, los indicadores de desigualdad disminuyen. Eso sí significa un cambio de paradigma con respecto al pasado, cuando se consideraba que la política social era solamente un complemento, que pretendía corregir los fallos de la política económica y que atendía a un sector focalizado de la población, que por su condición era muy difícil integrarse al desarrollo económico.
Difícilmente hay algún mexicano que no ha oído hablar de Ricardo Salinas Pliego. Proveniente de una mediana cadena de muebles, Salinas y Rocha, actualmente es el tercer hombre más rico del país con una fortuna que, en el 2022, ascendía a 12 mil 450 millones de dólares. De hecho, el año pasado también le fue muy bien pues, de acuerdo con la información de Forbes de abril de 2023, incrementó su fortuna en un 12.4% de 2021 al 2022. El consorcio que maneja está vinculado al sector minorista, banca, entretenimiento, telecomunicaciones y, a partir de este 2023, educativo. De 67 años, Ricardo Salinas Pliego despegó hace 30 años con la compra de Inmevisión en 1993, asociado con un hermano del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari. En una entrevista con Pati Chapoy, publicada en YouTube el 1 de diciembre de 2022, el propio Salinas Pliego precisa que, de una operación de 650 millones de pesos, Raúl Salinas de Gortari le prestó 29 millones para liquidar la compra, misma que se la pagó una vez que Raúl salió de la cárcel en 2005.
En un artículo pasado señalé, sustentando mi dicho en la liturgia del grado de aprendiz, que el objeto de la masonería consiste en el estudio de la filosofía y en particular de la moral. Dije, entre otras cosas, que la filosofía busca el conocimiento para llegar a la “verdad”, para lo que se bifurca en diversas áreas del conocimiento como la epistemología, la lógica, la gnoseología, la ética, la estética, la axiología y ontología, entre otras.