Mérida, capital de Yucatán, es una ciudad rica en historia, cultura y belleza natural. Con casi un millón de habitantes, es un crisol de diferentes etnias y orígenes sociales. Sin embargo, bajo la superficie subyace una realidad compleja y a menudo oculta de división de clases. A pesar de su reputación de ciudad integradora y acogedora, el clasismo está muy arraigado en el tejido social de Mérida y lo condiciona todo, desde la educación y el empleo hasta las interacciones sociales y las prácticas culturales. Para quienes viven en los estratos económicos más bajos de la ciudad, la vida diaria puede ser una lucha marcada por la falta de recursos, la discriminación y la exclusión social.
El principio de interpretación conforme fue introducido como tal en la Constitución Política mexicana a raíz de la reforma de derechos humanos del 2011. Puede decirse que este principio, en conjunto con el de pro persona, conforman la estructura vertebral del sistema jurídico mexicano, pues involucran a todas las normas jurídicas del ámbito nacional e internacional suscritas por México en materia de derechos humanos, así como a las decisiones de todos los órganos impartidores de justicia del país.
En muy raras ocasiones un evento político ordinario logra avasallar y entusiasmar a la opinión pública, pero lo sucedido en la Isla de Ciudad del Carmen este 15 de abril puede engrosar esta selecta lista, luego que la senadora Cecilia Sánchez y el senador Ricardo Monreal ofrecieron una elocuente intervención ante el público.
Partiendo desde un razonamiento lógico, es un error englobar a todo el grupo poblacional considerado como “juventud”, determinado por la edad biológica de los individuos, aplicado al concepto puramente etimológico y/o legal, para fines de política pública, idealizarlo como si se tratase de una misma masa amorfa.Siendo más analíticos, si partimos de lo general a lo particular, encontramos distintas sub generaciones dentro del grupo considerado sencillamente como “juventud” y englobado erróneamente como un solo grupo para fines de justificación política.