Trabajo Legislativo / Entrevista


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Distinguirse como diputado, desde la oposición


Juan José Graham Nieto

Actor de la historia contemporánea. Artífice de la modernización del T-MEC. Atesora vasta experiencia. El diputado Ildefonso Guajardo Villarreal (PRI) tiene las claves para destacar como legislador, desde la oposición. El arte de cincelar un prestigio, con los tuyos y con los de enfrente, se fundamenta en la congruencia, la honorabilidad a los compromisos, la confiabilidad y el conocimiento:

JJ: ¿Ser diputado federal opositor, es un rol distinto, comprometedor?

IG: Siempre he sido diputado federal de oposición. Mi primera diputación fue en la LVIII Legislatura, la primera vez que el PRI perdió la Presidencia de la República. Fue interesante porque a pesar de que éramos oposición, formamos la bancada mayoritaria. Volví a serlo en el sexenio de Acción Nacional, cuando Calderón era presidente, del 2006 al 2009. La única vez que me tocó ser diputado por el gobierno, fue en el Congreso de Nuevo León, del 2006 al 2009, y el gobernador era del PRI, Natividad González Parás. Pero yo no tenía mayoría. Debía defender las políticas del gobierno priista con 15 diputados de un total de 42.  Eso te enseña muchísimo: cómo hacer coaliciones, cómo avanzar la agenda, cómo negociar.  En la vida siempre   hay hitos cruciales que te forman. A pesar de que no llegué pollito a la diputación local, pues ya había sido subsecretario y diputado federal.

JJ: Además, es distinto. Más cercana la negociación y las formas, que con 500 personas.

IG:  Totalmente. En el contexto de la “cancha corta” influye mucho quién eres, tu congruencia, tu honorabilidad a los compromisos. Eso te genera un prestigio con los tuyos y con los de enfrente.  Muchas veces yo ganaba votaciones porque algunos diputados de la oposición al gobierno, tenían más confiabilidad en mis compromisos que en los de su propio líder de bancada.

JJ: Eso habla de la honorabilidad de una persona y de la capacidad para construir acuerdos. Es un perfil todavía más interesante. Siguiendo el tema de las diputaciones federales, en oposición. Cómo se sintió en esa legislatura, como priista con un presidente de otro partido.  

IG: Al ser mi primera legislatura, fue formativa. No tuve presidencia de comisión, porque el PAN tenía la Comisión de Economía. Fui secretario. Obviamente un secretario con un control muy grande de la comisión, con mucha capacidad de influir en la agenda. Fue aprendizaje. Introdujimos, por primera vez, la ley a favor de las pequeñas y medianas industrias. Lo reconozco, en la primera legislatura estás aprendiendo. También ahí presidí el grupo de amistad México-Estados Unidos, muy interesante. La legislatura radicalmente enriquecedora fue la segunda. Logré presidir la Comisión de Economía, con un gobierno del PAN. El subsecretario, Pepe Meade, llevaba muchas de las negociaciones en Cámara, por el tema presupuestal y porque había agenda importante y coincidente. Logramos sacar tres leyes fundamentales. La verdadera primera reforma en ponerle dientes a la competencia económica, el meter a México por primera vez class actions, acciones colectivas en la reforma al 17 constitucional. Y la tercera, metimos en la legislación acciones público- privadas. Logré el voto consensado. Incluso, Efigenia Martínez de Navarrete votó conmigo en contra de su partido. En esa legislatura no conocía a Enrique Peña. Yo no era parte del grupo político del Estado de México. Mi trabajo me abrió la puerta para aspirar a ser secretario de Economía.  

JJ: Vas a ser secretario de Economía. Eso me da mucha curiosidad. ¿Cómo funciona, te marcan por teléfono, te citan, te invitan a desayunar?

IG: Desde cuando era secretario en el gobierno de Nuevo León, aspiraba a ser senador. Pero ya había compromiso y me bajaron de la candidatura.  Opté por el Congreso local. ¿Qué es lo que pasa en ese proceso? Que no pudo ser. Llegué a la segunda Legislatura. Mi pensamiento era ser senador del 2012 al 2018. Lo busqué. Y cuando ya se definió quién era el candidato presidencial, recibí una llamada. Iba con todas mis encuestas para demostrar que yo era el mejor candidato al Senado. Pero la invitación fue: acompáñanos en la campaña y ayúdanos con el sector empresarial y pequeños emprendedores. Dije, qué padre. No debemos aferrarnos a nada. A veces la vida presenta opciones mejores para tu carrera.

JJ: Obviamente, pensando que si ganaba el candidato, había la posibilidad de entrar al gabinete. ¿Ya sabías a dónde ibas?

IG: Cuando me invita, sabía que era la posibilidad de jugarme un boleto. No había garantías de nada. Dependía de mis resultados, de seguir convenciendo. Me quedó claro que no debía de aferrarme a ser senador, sino hacer un buen trabajo para tener la oportunidad de servir a mi país desde la secretaría de Economía. En una reunión, el candidato describió el perfil de quien iba ser su secretario de Economía. Y saliendo, en broma, muchos empresarios dijeron: “nada más le faltó ponerle nombre y apellido”. Pero nunca debes confiarte. En el servicio público y la política nada es seguro hasta que se anuncia.

JJ: Se anunció. ¿Y cuál fue el sentimiento?

IG: Es una realización de vida, porque si a algún sector le dediqué mi vida como economista es a la economía y al comercio exterior. Mi primera experiencia como negociador del primer tratado, formando parte del grupo que encabezaron Herminio Blanco y Jaime Serra, fue una gran influencia en mi formación. Seguí mi carrera en la relación con Estados Unidos y en temas económico-comerciales. Encabezar la secretaría de la que formé parte en diversas ocasiones a través del tiempo, es un privilegio de vida que muy pocas veces puedes disfrutar. En el 2015 se mencionaba mi nombre para ser candidato a la gubernatura de Nuevo León, no fue así. Luego, la vida me puso el reto más grande profesional, que era rescatar el NAFTA, renegociarlo a través de lo que fue el TMEC. Si hubiera logrado la gubernatura de  Nuevo León,  no hubiera tenido el privilegio histórico de defender un acuerdo  fundamental para la transformación de México.

JJ: Llegamos al 2018, la transición. ¿Cómo era la visión que tenías?

IG: Mi trabajo terminó unas horas antes del final del sexenio. Fuimos a Buenos Aires a la firma del acuerdo, con Donald Trump, Justin Trudeau y Enrique Peña. Mi chamba fue hasta el final del proceso. Hoy parado frente a la encrucijada del país, para mí es muy reconfortante que el único instrumento de política pública que la actual administración de México, con una definición distinta de proyecto, mantiene y reconoce que es en beneficio de México, es el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México. Para mí eso es motivo de orgullo, porque para atrás en la reforma educativa, se intentó echar para atrás la reforma energética. Y lo que yo hice para este país sigue siendo reconocido por una administración muy distinta desde el punto de vista de visión estratégica; es muy reconfortante.

JJ:  Llegamos a la actual diputación federal. Ya habías sido opositor, pero con otro partido en el poder.

IG: No sólo eso, opositor, pero con mayorías contundentes, más de 200 diputados en cada legislatura. Ahora somos tercera fuerza. Sin embargo, el PRI ha sido estratégico. En el segundo periodo legislativo del presidente Peña, la bancada se redujo a 100 diputados. Sin embargo, fue una bancada estratégica. Ahora, sin gobierno del mismo signo partidista, 70 diputados del PRI fueron cruciales para definir el destino de la reforma eléctrica.

JJ: ¿Cómo te has sentido en esta etapa como legislador federal.  Este gobierno es distinto. La maniobra es distinta. Hay más partidos?

IG: Sin duda toma tiempo. A pesar de que has sido una figura pública y de que has estado en el centro de muchos temas como la negociación, no todos tus 500 compañeros te conocen. ¿Cómo poder ser efectivo si no eres coordinador, si no eres presidente de la Mesa Directiva, si eres un diputado como cualquiera de mis colegas? El poder ser efectivo toma ir ganando credibilidad. Creo que ese proceso ya empiezo a disfrutarlo, porque a pesar de que hay diputados de la alianza del partido en el gobierno, muchos de ellos han sido muy generosos con mi persona, muchos de ellos se me acercan, me preguntan opinión. Logramos en el voto del crédito al salario jalar casi una veintena de diputados de la alianza opositora que después fueron reconocidos por el presidente. Porque el presidente ya les dijo que, si pasa en el Senado, la va a vetar. Creo que eso es muy satisfactorio porque tu efectividad no depende de tu título como presidente de una comisión o como coordinador, depende de la capacidad que tengas de ganarte la confianza de la gente.

JJ: De ganar terreno, de negociación política, de ganarte la confianza de tus propios compañeros, independientemente del color que traigas.

IG: Todo mundo daba por sentado que yo iba a ser el presidente de la Comisión de Economía. Finalmente, por estrategia, mi partido decidió soltarla y, por lo tanto, ya no fui presidente de comisión. Pero no hay mal que por bien no venga. El no ser presidente de comisión me ha dado flexibilidad de meterme a los temas que me interesan. Yo no soy miembro de la Comisión de Energía y viste que hice un posicionamiento que afortunadamente fue muy bien aceptado.

JJ: Un gran posicionamiento en Tribuna. Además, no ser presidente de una comisión, te ha permitido tocar asuntos que no traías en agenda. ¿Qué temas tendría pendiente el diputado Guajardo, para lo que resta de la Legislatura?

IG: En los primeros siete meses de legislatura no quise presentar ninguna iniciativa porque quiero presentar iniciativas que sean muy transformadoras. Para ello necesito el diálogo y la conformación de consensos. lucirse en Tribuna con grandes ideas, pero sin el apoyo del grupo mayoritario, no va a ir a ningún lado. He dejado que pase una primera parte de estos tres años para trabajar con compañeros muy apreciados de Morena, del Partido del Trabajo. Por ejemplo:  logramos parar, gracias al presidente, esta ley leonina de crédito al salario. Pero el no haber procesado una sigue habiendo una arbitrariedad en ese terreno.  Creo que hay motivación para trabajar conjuntamente con compañeros del PT, de Morena, del PAN y de todos los grupos para una buena regulación del crédito al salario; ése es un buen objetivo. Otro: las pymes. Tú sabes que se les ha dejado totalmente en el abandono y hay muchas cosas que podemos hacer en el marco regulatorio a favor de ellas. Patricia Armendáriz, de Morena, que en algunas cosas coincido con ella y en otras no, en el apoyo a las pymes coincido al 100 por ciento con ella. Podemos realmente hacer cosas de alto valor. 

JJ: ¿Hay campo para construir acuerdos. Por otra parte, no se engancha con el tema de qué va a pasar en el 2024. Podemos, en el imaginario colectivo político, ubicar a Ildefonso Guajardo en el 2024 participando?

IG: Estoy participando hoy. Porque creo con seriedad que este país merece un futuro próspero. Las nuevas generaciones necesitan que entendamos el signo de los tiempos, la necesidad de invertir en tecnología, en conectividad, en ser ciudadanos del mundo. Entender los grandes rezagos que tiene México, donde la gente, dependiendo de las condiciones sociales en las que nace, su destino puede estar cancelado.

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