“Es claro que la escultura de Sebastián nunca pasará, no se oculta tras muros, ni se resguarda en vitrinas, su lugar es la calle, la explanada, la glorieta, el cruce de caminos y de avenidas, el espacio público es su soporte natural porque también es el interlocutor más genuino: la ciudadanía”, así definió el presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador del grupo parlamentario de Morena, Ricardo Monreal, la obra del escultor mexicano, al inaugurar la exposición Sebastián en San Lázaro.
En México, hoy es tiempo de mujeres. En 2025, en pleno siglo XXI, se abraza discursos que abanderan narrativas que avivan debates a favor de la igualdad y de expandir los derechos de las mujeres.
El 15 de abril, Día Mundial del Arte, surge un debate entre innovación y tradición: ¿es arte lo creado con IA? La discusión crece con la postura crítica de Hayao Miyazaki, defensor del arte humano y su sensibilidad única.
“¿Y tú, quieres asaltar el cielo?”, pregunta una metáfora acuñada por Friedrich Hölderin, en su poética novela Hiperión. Los apologistas del amor dicen que es la fuerza ideal para lograr el asalto al cielo. “El hombre, cuando ama, es un sol que todo lo ve y todo lo transfigura", apostilla este poeta apoteosis de la cultura alemana. Ni ríos, ni mares, ni océanos apagan la llama del amor. Es perenne su vigencia en todas las civilizaciones. La importancia del amor como fenómeno cultural es indiscutible. A tal punto que momentos estelares de la humanidad pueden ser narrados a través de él. Inagotable fuente de inspiración creativa en el arte: pintura, escultura, literatura, música, cine, teatro; disciplinas estéticas que beben de estas aguas donde navegan parejas inmortales que siguen hechizando.