El pasado 13 de septiembre, la diputada morenista Reyna Celeste Ascencio Ortega, planteó una iniciativa de reforma al artículo 1 de la Ley Reglamentaria de las Fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución, a fin de “limitar el poder político de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ante la posibilidad de caer en la tentación de inaplicar un precepto constitucional o interpretarlo de tal manera que le resten validez y eficacia”
Más allá del culto a los héroes o a las políticas y credos ideológicos de determinados partidos, es necesario retomar conceptos, quizá no olvidados, pero sí empolvados que, por falta de práctica, han quedado oxidados.
Cierto es que, con la muerte de la Reina Isabel II de Reino Unido, termina una era, una etapa que marcó gran parte de los Siglos XX y XXI.
El litio es un recurso estratégico para la transición hacia energías renovables sostenibles y bajas en carbono. Si bien no es un metal escaso, su potencial de crecimiento lo convierte en uno de los recursos naturales que más interés ha despertado en los últimos años. Según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (International Energy Agency, IEA, por sus siglas en inglés), su demanda se incrementará drásticamente para la producción de baterías recargables del tipo ion litio para celulares, vehículos eléctricos y almacenamiento de energía a escala industrial.