Queridos mexicanos: Hoy me dirijo a ustedes con el corazón en la mano, en un momento crucial para nuestro querido México. El 2 de junio se aproxima, estamos a unos días y con él, una oportunidad histórica para definir el rumbo de nuestro país. Quiero hablarles no solo desde la razón, sino desde el corazón, desde ese lugar donde nacen nuestros sueños, nuestras esperanzas y nuestros miedos.
El Estado mexicano se encuentra en una situación muy compleja. El estado de derecho, y en especial el estado de derecho democrático, exige nuevas consideraciones sobre aquello que puede ser puesto a discusión y aquello que no puede ser ignorado. La vieja concepción de democracia como un conjunto de formas y procedimientos para otorgar legitimidad y formar las decisiones públicas está evolucionando para limitar el poder de la mayoría por algunos principios fundamentales e inalienables: los derechos humanos.
Cuasisoliloquio de Erán y Asher: - Dios, he mirado lo que me rodea, ansiado porque algo pase en mi vida. Observando a los que pasan cada mañana, tarde y noche delante de mí; esperando a que alguien pueda matarme con una faca en la garganta, o la esperanza de que pueda salvarme de mí mismo.
Mientras México envejece, su sistema de pensiones se tambalea bajo el peso de obligaciones cada vez mayores. En un contexto donde la expectativa de vida en el país continúa en aumento, el sistema de pensiones se enfrenta a desafíos financieros significativos.