No es exagerado decir que nuestra realidad puede resultar agobiante. No solo se trata de nuestras preocupaciones profesionales, familiares y personales; también estamos constantemente expuestos a un torbellino infernal de información. No somos ajenos a lo que sucede en Ucrania, en Gaza, en varios estados del país con la violencia. No somos ajenos a las transformaciones en el equilibrio debido al cambio climático; tampoco somos ajenos a la transformación tecnológica y social que conllevará la irrupción de la Inteligencia Artificial... Y esto solo abarca unos pocos puntos de ese infinito. Puede ser demasiado, ¿no? Sí, claro que lo es.
Este año se llevará a cabo una de las elecciones más importantes del país, ya que se renovarán varios cargos de elección popular. No solo la presidencia de la República, sino también ambas cámaras del Congreso, como son los diputados y senadores en el ámbito federal. Además, algunos estados renovarán gubernaturas, como es el caso de la Ciudad de México, sin olvidar los congresos locales y los ayuntamientos.
De la depresión aprendí a amarme y aceptarme, que no siempre la vida es acelerada, que tienes que cumplir todas tus metas como dicta la sociedad, a tener paciencia conmigo mismo, a amarme y a respetar mis tiempos.
Las y los jóvenes constantemente nos encontramos en una búsqueda de sentido sobre la labor que desempeñamos. Esta búsqueda nos impulsa a ahondar en el propósito de lo que hacemos, es por ello que cada vez resulta más recurrente encontrarnos con jóvenes que creen y crean pluralidad: pluralidad de ideas, de caminos a seguir.