Vivimos en una sociedad, un mundo, un ecosistema interconectado de personas donde leemos más que nunca en la historia de la humanidad. Mensajes, correos electrónicos, boletines, textos de todo tipo y formato, redes sociales, películas, series, videojuegos; todos ellos una amalgama de contenidos que contienen letras combinadas para tener lógica y desarrollar narrativas. Pero ¿realmente estamos leyendo?
La relación entre la educación y la independencia económica es un tema de alto interés. Históricamente, la inversión en la educación, tanto como una externalidad positiva como una vehículo para la acumulación individual del capital, ha sido innegable. Una persona que adquiere una serie de habilidades y conocimientos, a partir de un proceso de aprendizaje guiado por una institución educativa, ofrece un mayor valor para el resto de la sociedad, al igual que puede dedicarse a una profesión mejor compensada; resultando en una relación mutuamente benéfica.
El dinero es una mercancía que se compra como cualquiera otra, y su precio es la tasa de interés que se paga por él. Los bancos comerciales no son más que tiendas que compran y venden dinero expresado en unidades monetarias (pesos, dólares, pesetas, quetzales, yenes, etc.)
La propuesta de AMLO en materia de vivienda abre un debate interesante con respecto al tema. Se propone la posibilidad de que el Infonavit construya vivienda, de que se ofrezca a los trabajadores la alternativa de la renta, con opción a compra, y que las personas reciban apoyos para la mejora de su vivienda como un derecho. Se abre la opción de que el Infonavit construya vivienda, algo que sucedía hace décadas, en este caso para rentarla, así como establecer en la Constitución el concepto de apoyo al mejoramiento de vivienda.