“Recuerdo que el día más feliz de mi vida fue cuando al terminar el tercer año de primaria mi mamá me dijo que me habían dado un reconocimiento por mi desempeño en inglés, y la verdad no me interesó mucho, la noticia que realmente me importó fue que en el partido de fin de curso les ganamos a los de cuarto año.” La pasión de Paola siguió en las canchas escolares, hasta que la llamaron para jugar en las fuerzas básicas de los Lobos de la BUAP.
Ana Paola López Yrigoyen nació en Puebla, es la segunda hermana de tres y empezó a jugar futbol soccer a los cinco años, con tal de estar con su hermana y practicar con ella. “Destaqué en este deporte y decidí continuar hasta llegar a ser portera, a los 17 años.”
Defendió los colores del Club Pachuca y de la UNAM en la Liga MX Femenil. Jugó el mundial femenil sub-17 de Trinidad y Tobago 2010. Fue convocada con la selección nacional mayor a fines de 2019, antes del preolímpico para Tokyo 2020. Actualmente es jugadora profesional del club Cruz Azul Pachuca en la Liga MX Femenil.
La mejor jugada
¿Cómo ha influido la disciplina del futbol en tu vida?
El futbol toca todas las esferas de mi vida, para bien y para mal. Sabemos que existen vicios, inequidad, presión mediática. Todo eso permea tu día a día; la parte positiva que rescato es la gente y las amistades que te apoyan; son los vínculos que he formado.
La vida de Paola no sólo se cuenta en goles, es licenciada en ciencia política, colaboradora en el podcast “Historias del Llano” de Apuntes de Rabona. Es entrenadora egresada de la ENDIT (Escuela Nacional de Dirección Técnica).
¿En dónde convergen la ciencia política y el futbol?
Jugar futbol es un acto político y hablar como futbolista lo es todavía más. Al final, el fut y el ambiente futbolístico ponen en la praxis todo lo que estudias en el aula, asimetrías y relaciones de poder. En vez de saber cómo manejar un Estado ves cómo se maneja una federación de equipos. Adviertes actitudes monopólicas, falta de sindicatos.
Mi sueño de niña era jugar futbol, ahora la meta es que las mujeres, estén donde estén, adquieran más derechos y libertades. Se puede lograr algo de eso a través del futbol, la idea es cambiar ciertas circunstancias. Está en mi espectro de pendientes por hacer.
¿Por qué ahora existe más interés por el futbol femenil?
A ciencia cierta no lo sé, no contamos con números, con cifras que nos digan sobre el comportamiento de la audiencia, de los públicos, algo que nos dé luz sobre lo que está pasando con la afición o con el rating. Información y métricas de la liga tendrían que ser públicas, y no las hay.
Lo que sí sabemos es que ha ido creciendo el futbol femenil, que nos ve más gente, lo que están haciendo las futbolistas ha tenido su impacto. Nuestra afición es muy pareja, tanto hombres como mujeres nos ven jugar.
Las opiniones que nos llegan al respecto son que a los espectadores les atrae más el futbol femenil porque es un juego “más puro”, en el sentido de que son chavas que van a entregarlo todo. Hay menos drama y menos actuación en faltas. Hay menos marrullería y demás, pero, a mí parecer, tampoco somos tan distintas a los hombres.
Son afirmaciones que se repiten mucho, pero luego te das cuenta de que no se cometen tantas faltas, porque a veces el arbitraje no es tan bueno. También hay gente que lo ve y lo sigue por el hecho de que las mujeres están jugando futbol, por una reivindicación histórica.
Directo a la portería
¿Cuál ha sido tu mayor reto?
Creo que el mayor reto ha sido mantenerme jugando con una sonrisa, sabiendo que alzar la voz todavía no es algo tan bien visto.
¿Sobre qué temas te has pronunciado?
Me he pronunciado en temas de igualdad. Publiqué algunos textos sobre la equidad e inequidad de la competencia; he hablado de violencia de género, desigualdad salarial. Obviamente hay una brecha de género que tienes que enfrentar; hay mucha diferencia en los salarios. Vivimos con micromachismos, actos cotidianos, que tal vez no son intencionales. Por ejemplo, es normal que el equipo femenil opere alrededor del varonil, tus horarios no pueden interferir con los de ellos.
¿Cómo manejas la presión de ser una jugadora de alto rendimiento?
Siempre hay formas de escapar y bajar la presión: grabo un podcast cada semana, veo a mis amigos, que no tienen nada que ver con el futbol; hablo con mi familia. Me gusta leer, ahora mismo estoy leyendo Moneyball, de Michael Lewis. Creo que la principal fuente de crisis de ansiedad en los deportistas de alto rendimiento son las expectativas. No solamente en el futbol, sino en los demás deportes, las redes han abonado a esa situación; cada vez la expectativa es mucho mayor y eso hace que la presión aumente. Hay que saber que si dejas de jugar no se acaba el mundo.