4° Informe de gobierno… ¿con esperanzas?

La mayoría de nosotros esperamos con impaciencia el próximo primero de septiembre el Cuarto Informe de Gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador. Es posible que sintamos un peso angustiante antes de la tormenta, o quizá seamos un poco más optimistas y vivamos en otro México, con buenas noticias, con “otros datos”.

El hecho es que quienes somos de oposición sabemos la cantidad de mentiras y demagogia que usará el presidente de México. Realmente esperamos la repetición de sus discursos interminables y con datos que no son reales.

Vemos los spots del Cuarto Informe de Gobierno con datos manipulados, con la militarización del país, que criticaba de gobiernos anteriores; un aeropuerto que dijo AMLO ser el mejor de Latinoamérica y ni si quiera está dentro de los 100 mejores aeropuertos del mundo; esos son indicios de que su informe será, como los anteriores, de “otro México”, no en el que vivimos más de 100 millones de mexicanos.

No puedo pedir honestidad, claridad y compromiso a una persona que miente, sin embargo, aún existe la esperanza de que esto ya no suceda

Estoy seguro que mientras haya personas que lo escuchen como si fuera la palabra de Dios, es decir, sin sentido crítico alguno, seguiremos hundidos en el subdesarrollo. El presidente y todo su gabinete son seres humanos, por lo tanto, sujetos a error; no se pueden tomar sus palabras como verdades absolutas de fe, negando de esta forma la posibilidad de discrepar y, así, ser atacado por los seguidores de la “4T”.

Los mexicanos tenemos la obligación de exigir claridad y honestidad en los mensajes políticos; urge desmitificar al poder político. Creo que la mayoría de los mexicanos pudiéramos tener la esperanza de escuchar pocas palabras, pero claras y honestas sobre la situación actual de México.

No creo que nos interese demasiado que señale en un informe de gobierno a los corresponsables de la situación económica y social del país, todos sabemos que el culpable es tanto el acreedor como el deudor.

Ya no puede pedírsele a México más sacrificios;

La supuesta “pobreza franciscana” es solamente hipocresía: esconder que México está sufriendo mucho por la corrupción del gobierno en turno. La seguridad: pésima; el trabajo: deficiente; la salud: inexistente; la economía: hundida y, por si fuera poco, la sociedad: dividida.

Esperemos, como ya lo mencioné, honestidad, claridad y compromiso.

Honestidad porque estoy, como la mayoría de los mexicanos, cansado de tantas mentiras, repitiéndose día con día en las conferencias matutinas, de tantos abusos, tantos robos y fraudes disfrazados.

Espero claridad. La mayoría de nosotros no somos economistas, poco o nada entendemos del presupuesto, o del PIB. Sabemos simplemente que el precio de los artículos básicos sube diariamente y que el desempleo está a la orden del día. También sabemos, porque lo vivimos, que el sueldo no alcanza para nada y todos estamos con la incertidumbre del porvenir.

Presidente, guárdese sus cifras estratosféricas para sus reuniones de trabajo, pero a nosotros, ciudadanos de “a pie”, infórmenos con claridad.

Espero del informe de gobierno un compromiso real; acciones, no de palabras. Recordemos aquella frase de “obras son amores…”. El compromiso es de todos para con todos, y no solamente hacia unas cuantas familias, o hacia uno, dos o tres partidos políticos. Es necesario que, desde la cabeza a los pies, todos los mexicanos sintamos como propia nuestra patria.

Estamos esperando, presidente Andrés Manuel López Obrador, respuestas claras y acciones concretas, no solamente palabras que, al final de cuentas, se las lleva el viento.

Twitter: @AnstedM

Instagram: @maikelanstedmx

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